El municipio de Murcia cuenta con unos 2.200 kilómetros de redes de abastecimiento de agua que garantizan el suministro al cerca de medio millón de ciudadanos que residen en la capital de la Región. Garantizar que esto sigue siendo así y que no hay ningún incidente es la labor en la que trabajan los responsables de Emuasa desde la sala de control de la sede de Aguas de Murcia, donde conocen in situ cualquier anomalía en la red de abastecimiento o saneamiento del municipio a través de una pantalla a la que mandan señales los más de 1.600 dispositivos remotos de seguridad que tienen instalados.

El alto grado de protección de las infraestructuras críticas y el trabajo que se desarrolla en ciberseguridad le ha valido a Emuasa una invitación para participar el próximo 21 de noviembre en Madrid en el encuentro organizado por Satel Iberia, un seminario sobre Comunicaciones Claves en Infraestructuras Críticas en el que la empresa murciana dará a conocer algunos de sus secretos, «aunque no hay que dar muchas pistas», según indica Francisco Alarcón, responsable de Sistemas de Control Industrial de Emuasa, quien considera que la mejor forma de estar protegidos es no dando mucha información y pasando desapercibidos.

En el catálogo de infraestructuras críticas que los gobiernos y las empresas deben proteger ante posibles incidencias o ataques se encuentran las de suministro de gas, electricidad y agua, tal y como indica el desarrollo legislativo europeo, con la normativa del año 2008, y que están incluidas en el listado del Comité Nacional de Protección de Infraestructuras Críticas (CNPIC).

En este caso, Alarcón explica que «aunque hay instalaciones que no estamos obligados a proteger como municipio, como son las de agua en Murcia, desde Emuasa lo hacemos desde hace años porque la seguridad se basa precisamente en anticiparse a lo que pueda ocurrir y estar preparado».

Dentro de esta red que gestiona la empresa Emuasa y que cuenta con 2.200 kilómetros de tuberías de abastecimiento y más de 1.600 kilómetros de la red de saneamiento hay depósitos de agua, estaciones depuradoras de aguas residuales, estaciones potabilizadoras, puntos de bombeo y estaciones remotas. Todas ellas controladas las 24 horas del día y los 365 días del año a través de dispositivos remotos de seguridad como son los controles de acceso, sistemas de televisión con circuito cerrado, generadores y detectores.

Por ello, el responsable de Sistemas de Control Industrial de Emuasa señala que para acceder a cualquier recinto hay que superar varias barreras de seguridad como son las vallas, las cámaras o lectores de tarjetas. El experto considera que «la sociedad está montada a través de las infraestructuras de comunicación, lo que hace que estemos más expuestos a cualquier riesgo y tenemos elementos que hay que proteger».

No obstante, reconoce que entre las amenazas que puede tener el sistema las catástrofes naturales suelen ser las más habituales, ya sea en forma de lluvias torrenciales, terremotos o incendios, mientras que los sabotajes o los fallos del sistema suponen un riesgo menor. «Las catástrofes naturales son las que más nos hacen correr», afirma Francisco Alarcón, quien recuerda que tras las lluvias torrenciales de diciembre del pasado año tuvieron que modificar su plan de inversiones. «Aquello fue una prueba de fuego de que el sistema funciona», puntualiza.

En el caso de que desde la sala de control se detecte cualquier incidencia por rotura o avería se procede al corte de suministro en la zona y se da servicio a través de otras redes. Sin embargo, cuando hay un vertido en algún depósito se localiza el punto, se corta el suministro y se aisla para proceder al vaciado, limpieza y desinfección. Unos sistemas que se ponen a prueba cada vez que se hacen simulacros de seguridad.