La contaminación del río Segura llegó incluso a considerarse la más grave de Europa. El color grisáceo, el mal olor y la espuma eran imágenes habituales de un cauce cuya suciedad llegó a provocar intensas protestas ciudadanas hace casi dos décadas tanto en la ciudad de Murcia como en la Vega Baja, sobre todo, en Rojales, Orihuela y Guardamar. Incluso las protestas llegaron a Madrid, en una manifestación en la que se puso encima de la mesa la gran cantidad de vertidos que recibía el Segura. Las sábanas en los balcones de los pisos que daban al cauce a su paso por el casco urbano de la capital de la Región se mantuvieron durante meses. En la imagen, una foto del río lleno de Espuma captada en el año 2000.