La plaza de la merced acogió ayer en torno a doscientas personas que pidieron justicia para Juana Rivas, obligada por orden judicial a entregar a sus hijos a su expareja. A la manifestación asistió también Giuliana, una peruana afincada en Cartagena cuyo exmarido se quedó con la custodia de su hija, a la que no pudo ver durante varios meses, y que alzó su voz por Rivas.