Alba Martos estaba sentada tranquilamente en uno de los bancos de madera frente al puesto de flores de la céntrica plaza de Santo Domingo, cuando de pronto ha empezado a escuchar un ruido que no podía identificar. "Parecían petardos, pero la gente también se ha asustado porque pensaba que eran disparos", relata. El estruendo era en realidad el crujir del ficus de la plaza, que ha empezado a derrumbarse y se ha ido desplomando poco a poco.

Alertada por lo ruidos, Alba ha visto cómo se iba desgarrando parte del árbol y ha asistido al momento de angustia general en el que las personas que en ese momento disfrutaban en las terrazas de los comercios han empezado a gritar y a levantarse rápidamente, sin saber muy bien qué estaba sucediendo.

"Las ramas han caído sobre todo en la terraza de Lizarrán y también en el LlaoLlao, por lo que parece que han sido las más afectadas", explica la testigo, que señala que gracias a los ruidos la gente ha reaccionado rápidamente y "no parece que haya heridos". Además, asegura que en ese momento se encontraba en el lugar el personal de mantenimiento que se dedica a la poda y también ellos han empezado a gritar "¡corred!", generando alarma en el ambiente y consiguiendo que la gente desalojara la zona. Alba relata que "a los quince segundos ha llegado la policía, y medio minuto después la ambulancia - que no ha tenido que llevarse a nadie - y los bomberos, que han empezado a desalojar inmediatamente los restos caídos".

La testigo ha comentado que le preocupa qué pasará ahora con este centenario ficus. "Se escuchaba a la gente decir que tendrían que quitarlo, pero a mí me da pena; al fin y al cabo, este árbol estaba ahí mucho antes que nosotros. Quizá solo haya que cuidarlo mejor, pero sería una lástima que desapareciera".