Agentes de la Policía Nacional desarticularon un clan familiar de origen búlgaro dedicado a la trata de mujeres de su misma nacionalidad. La operación se saldó con la detención de sus seis integrantes, cinco de ellas de nacionalidad búlgara de edades comprendidas entre los 27 y 68 años de edad, y la liberación de una joven búlgara, de 19 años, que tras ser captada bajo engaño de una oferta de trabajo, fue explotada en Murcia.

La investigación comenzó tras la denuncia, en el país de origen, de la progenitora de la joven, en la que manifestaba que su hija le había comunicado que estaba siendo obligada a ejercer la prostitución en España bajo agresiones físicas de su principal explotador.

Los agentes, ante estos hechos, sospecharon que la joven podría ser víctima de trata de seres humanos y estar siendo coaccionada.

Las primeras pesquisas policiales llevaron a los agentes a saber que la joven había entablado una relación sentimental con el que a la postre sería su captor y explotador. Aprovechando que la chica, madre de familia, atravesaba una precaria situación económica y gracias al vínculo creado, la convenció para que viajara a España, bajo la falsa promesa de un trabajo en el campo.

Una vez que la víctima llega a Murcia, fue acogida en el domicilio familiar del captor donde residió hasta su liberación. Ya en España le dijeron que no existía el trabajo prometido y bajo amenazas de muerte, tanto hacia ella como hacia sus hijos menores, le obligaron a ejercer la prostitución llegando en un momento dado a ser amenazada con una pistola.

Tras estos hechos la víctima accedió, siendo sometida a un férreo control tanto por parte del explotador como por los familiares de él. La indefensión de la víctima se veía incrementada por el hecho de que era despojada de su documentación personal y teléfono móvil cuando no estaba trabajando.

El operativo policial culminó con la detención de seis personas, así un registro en el domicilio donde retuvieron a la víctima hasta el momento de ser liberada de dicha situación de explotación sexual. En el registro se intervino una pistola de aire comprimido con una apariencia física fácilmente confundible con un arma de fuego real.

La operación fue llevada a cabo por los agentes de la Ucrif (Unidades contra Redes de Inmigración y Falsedades Documentales) de la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras de la Jefatura Superior de la Región de Murcia.

Esta operación se enmarca dentro del Plan de la Policía Nacional contra la Trata de Seres Humanos con Fines de Explotación Sexual, en funcionamiento desde 2013 y que motivó la activación de la línea telefónica '900 105090' y el correo 'trata@policia.es' para facilitar la colaboración ciudadana y la denuncia, anónima y confidencial, de este tipo de delitos.