Casi cuatro horas (desde las once de la mañana a casi las tres de la tarde) duró ayer el claustro extraordinario de la Universidad de Murcia (UMU) convocado para debatir sobre el proyecto de traslado de dependencias administrativas del Rectorado y de distintos servicios generales al campus de Espinardo, y en el cual participó más de un centenar de claustrales.

Tanto el rector, José Orihuela, como el vicerrector de Economía, Sostenibilidad y Ciencias de la Salud, José María Abellán, explicaron a los asistentes los planes previstos para este traslado, que, en una primera fase, supondrá el cambio de ubicación para servicios en los que trabajan 120 personas. Éstos ocuparán dos alas y el cuerpo central de la tercera planta de la facultad de Medicina y Enfermería. Se invertirán unos 10 millones de euros.

Los asistentes que se mostraron contrarios a la reubicación de estos servicios argumentaron, entre otras razones, que no había habido suficiente información previa; que mejor hacer el traslado de una vez, que por fases; o que no les gustaba que se vinculara estos cambios con la instalación de un Museo en la Convalecencia con obras propias y donadas.

El rector apuntó que el proyecto del traslado ya lo habían manejado anteriores equipos rectorales, y que, en el caso del Museo, tras escuchar los argumentos en contra del Claustro, lo aparcaría por ahora.

Entre los argumentos esgrimidos a favor de que los servicios administrativos se trasladen a Espinardo, se defendió que debían estar donde mayor era la comunidad universitaria.

Tras oir al Claustro, el rector comentó que llevará el proyecto para su aprobación al Consejo de Gobierno universitario, que se celebrará mañana viernes.