Una multitud de fieles acompañó ayer a la Virgen Peregrina de Fátima en una procesión por las calles de Murcia que comenzó en la Iglesia de San Antolín y que concluyó con la celebración de una eucaristía en la plaza del Cardenal Belluga, ante la Catedral. En el acto organizado por la UCAM, el Cabildo de Hermandades y Cofradías y la Diócesis de Cartagena participaron un gran número de representantes cofrades así como de Asociaciones Marianas y Cofradías de Gloria.

La procesión partió desde la Iglesia de San Antolín. La Virgen, que visitó la ciudad hace 70 años, fue acompañada, tal y como es el espíritu mariano, con velas encendidas durante el recorrido y ya ante el portal barroco de la Catedral la imagen peregrina estuvo en el altar junto al Cristo de la Salud. La eucaristía estuvo presidida por el arzobispo emérito de Burgos Francisco Gil Hellín que pidió a la Virgen Peregrina «que proteja a la familia, que es la principal célula de la sociedad. Si queremos vencer al odio que aparece incluso entre los esposos tenemos que abrir el corazón a la llamada de la Madre».

Al inicio de la Eucaristía José Luis Mendoza, presidente de la UCAM, agradeció la presencia de miles de murcianos, entre ellos el alcalde la ciudad José Ballesta. Además deseó que «la Virgen de Fátima pueda ayudar a todos los murcianos que estos días le han orado». Por su parte, Ramón Sánchez Parra, presidente del Cabildo, anunció que están trabajando en la organización del Congreso Internacional de Hermandades y Cofradías que organizará con la UCAM y la Diócesis de Cartagena en noviembre. La Virgen Peregrina permanecerá en la Catedral de Murcia todo el fin de semana.