La Audiencia Provincial de Murcia ha revocado la sentencia de un Juzgado de Instrucción que condenó a un hombre a 20 días de localización permanente por injuriar a su esposa llamándole «cochina y que no valía para nada», además de afearle «que no tenía estudios». La Sala cree que no se puede acreditar con la certeza exigida en el terreno penal lo que realmente ocurrió.