La ciudad despidió ayer por todo lo alto a la Patrona de Murcia, la Virgen de la Fuensanta, que volvió en romería a su Santuario del monte, desde donde regresará de cara a la Feria de Septiembre. Miles de fieles acompañaron a la Morenica en una de las despedidas más multitudinaria que se recuerdan.

De hecho, fue uno de los detalles que resaltó el alcalde de Murcia, José Ballesta, que junto a miembros de la Corporación municipal, asistieron a la misa de despedida de la Virgen de la Fuensanta y su posterior traslado hasta la iglesia del Carmen, donde fue despedida a las ocho y media de la mañana antes de partir hacia su Santuario del monte en Algezares.

Ballesta explicó que «esta despedida de la Patrona, que coincide con el 90 aniversario de su coronación canónica, ha sido una de las más multitudinarias, como ha sucedido en los diversos actos de las pasadas fiestas que nos han desbordado y superado todas nuestras expectativas». En este sentido, el alcalde destacó que Murcia es «una ciudad viva y dinámica» y agradeció a los murcianos su participación en esta romería y en el conjunto de actos que se han llevado a cabo con motivo del aniversario de la coronación de la Virgen, que tuvo lugar el 24 de abril de 1927.

En la romería de ayer la Patrona de Murcia hizo un guiño a Caravaca Año Jubilar luciendo en el pecho una imagen de la Cruz de Caravaca, al igual que el niño Jesús, en reconocimiento a la celebración de esta fiesta religiosa en la comarca del Noroeste. La Virgen de la Fuensanta vistió ayer en la romería de regreso a su Santuario de Algezares un manto de color rosa bordado que le fue regalado por la que fue su camarera, Pilar de la Cierva. Bajo el manto, la Patrona de Murcia también lució un traje blanco, en este caso, obsequio de su actual camarera, María Artiñano, que viene expresamente desde Madrid cada vez que procesiona la Patrona.