La guerra desatada en el grupo municipal Ahora Murcia esconde un enfrentamiento mucho más amplio y que afecta al conjunto de Podemos en la Región de Murcia. Una potente réplica regional del terremoto político que vivió la formación en la asamblea ciudadana Vistalegre II entre Pablo Iglesias e Íñigo Errejón, que se saldó con una victoria clara por parte del primero.

Luis Bermejo es uno de los cargos públicos de Podemos que se posicionaron con Pablo Iglesias, mientras que el grueso de la dirección regional, con el líder Óscar Urralburu a la cabeza, estuvo al lado de Errejón. Ya en plena gresca, el sector pablista murciano (que tiene la eurodiputada Lola Sánchez y el diputado Javier Sánchez Serna a sus dirigentes más destacados) dejó caer que, cuando la batalla estatal llegara a su desenlace, quizás disputarían el liderazgo al actual portavoz en la Asamblea, a quien criticaban que estuviera demasiado centrado en el trabajo institucional (una labor que, no obstante, elogiaban) y hubiera descuidado, según ellos, las esencias de Podemos, una mayor lucha en la calle y una relación más cercana con las bases.

Este grupo se mostró muy activo en la manifestación que se celebró en Murcia el pasado 5 de marzo en protesta por la corrupción en la Región. Fue José Coy, dirigente de la PAH y hombre de Pablo Iglesias, el que solicitó ante la Delegación del Gobierno la autorización para la protesta.

La relación entre Luis Bermejo y las otras dos concejalas de Ahora Murcia, Alicia Morales y Ángeles Moreno Micol, eran prácticamente inexistentes. La tensión había llegado al extremo de que el edil puso un candado en la puerta de su despacho. Alicia Morales y Ángeles Moreno no pertenecen a Podemos, pues Ahora Murcia está inscrito como partido político independiente en el Registro del Ministerio del Interior, con Alicia Morales como secretaria general, elegida en una votación celebrada en julio de 2016. Las ediles, no obstante, sí firmaron el manifiesto que lanzó Errejón antes de Vistalegre y que supuso su distanciamiento definitivo de Iglesias.

Desde el sector pablista de la Región se observa la ofensiva contra Luis Bermejo como una ofensiva para forzarlo a dimitir, con el objetivo de que corra la lista y entre a formar parte del grupo municipal Miguel Ángel Alzamora, profesor universitario y muy cercano a Morales y al núcleo duro de la dirección regional («el sector de Vistabella», como se le conoce a este grupo, por residir muchos de sus miembros en este barrio murciano). Miguel Ángel Alzamora iba de número cinco en la candidatura, por lo que tendría que renunciar el cuarto (un trabajador del grupo municipal) para tomar posesión como concejal en el caso de que finalmente Bermejo renunciara.