La Brigada Provincial de Información de la Policía Nacional en Murcia no tiene dudas de que la agresión cumple con las características comunes de lo que se denomina «cacerías», según consta en el atestado policial realizado para la titular del Juzgado de Instrucción Número Cinco de Murcia, que se ocupa de las diligencias de este caso.

Las cacerías suelen ser acciones realizadas por un elevado número de personas, tanto de una como de otra facción, que salen a la calle a buscar «elementos de ideología contraria, que normalmente suelen estar en inferioridad numérica, lo cual asegura el éxito del ataque, que se realiza de forma sorpresiva y muy rápida, de muy corta duración, y que se caracterizan por su extrema violencia, lo que se ve con claridad en las imágenes» de la agresión de Murcia, define la Policía, que teme una ola de violencia a raíz de los hechos, en el atestado.

De igual manera, señala la Brigada de Información que otro elemento característico de las cacerías de este tipo es «la ocultación por parte de los agresores de sus rasgos identificativos, y es por ello que la mayoría de ellos aparece ocultando sus rostros con bragas, capuchas o bufandas, por lo que resulta de vital importancia su inmediata identificación y una descripción de su indumentaria para su posterior cotejo con imágenes o manifestaciones recabadas, siendo en muchas ocasiones ésta la única forma de lograr su identificación», explica el informe.

El atestado de la Policía identifica claramente a los jóvenes participantes en la agresión con un movimiento radical, en este caso de extrema izquierda. «La estética de los componentes del grupo agresor es inequívocamente perteneciente al movimiento skin de extrema izquierda», algo que se aprecia tanto en la vestimenta, peinados y tatuajes, como en las manifestaciones vertidas durante la agresión, en las que se tacha a la víctima de «cerda, puta, nazi de mierda».