El mes de enero siempre va cargado de buenos propósitos para el año nuevo. Unos hacen dieta y se apuntan al gimnasio para quitarse los kilos de encima; otros, como los habitantes de la pedanía murciana de Patiño, alargan la Navidad para, por un solo día, convertirse en el epicentro de la Región. Los patiñeros han celebrado este domingo el tradicional Encuentro de Cuadrillas, unas fiestas donde son comunes los trovos, el folclore y, por supuesto, el famoso caldo con pelotas.

A la entrada de la calle Mayor de Patiño una voz aguda animaba a los asistentes, vecinos y foráneos llegados de diferentes puntos del territorio murciano. Era Joaquín Cervetto, el speaker de las fiestas, que daba paso al verdadero protagonista: el centenario Juan Tudela, el 'Tío Juan Rita', toda una institución en el lugar. Tudela, cerca de cumplir 105 años de vida, tuvo que ser asistido por tres personas para subir al escenario.

Quien conoce estas fiestas guardará un buen recuerdo de Manuel Cárceles, 'El Patiñero', otro de los personajes ilustres del lugar, patriarca de aquel primer Encuentro de Cuadrillas en 1989. La peña huertana La Hijuela organiza estas fiestas desde entonces. Y ahí siguen Cárceles y Tudela, personas siempre agasajadas y nunca cuestionadas; son como los viejos rockeros, nunca mueren, siempre están presentes. Ningún forastero quiso dejar pasar la oportunidad de fotografiarse con el 'Tío Juan Rita'..

El domingo, sin duda, ha sido un día importante para los patiñeros, más allá de que el viento frío y cortante restara público. «Desde que nací he vivido las fiestas, son tradición en mi familia porque mi abuela era pelotera», dijo Pedro José, un lugareño, mientras bebía un chato de vino. «A mí lo que más me gusta es el folclore murciano», añadió Ramón, a su lado.

Mucho antes de que las fiestas dieran el pistoletazo de salida, mucho antes de que los agentes de policía se desplegaran por la calzada, nativos y forasteros se convidaron a churros y chocolate para entrar en calor. Después de la concentración de cuadrillas, concretamente en la plaza de la Iglesia, el párroco Ángel Mateos Guillén ofició la Misa de Aguilando.

Pero la auténtica fiesta se desató a la hora de comer. Pavo, gallina, magra, blanco, longaniza, huevo, ajo, apio y un chorro de limón son los ingredientes que emplearon 115 personas para hacer alrededor de 100.000 pelotas, el plato fuerte de la jornada. «El ingrediente mágico es que están hechas con mucho cariño», apuntó Santi, una de las peloteras más veteranas.

No todo fueron sonrisas en el Encuentro de Cuadrillas. Los 3.000 habitantes que residen en Patiño siguen conmocionados por la reciente muerte de Lucía, la niña de 13 años que el pasado martes se quitó la vida tras haber sufrido acoso escolar. Los responsables llegaron a plantearse suspender la fiesta, aunque finalmente, y debido también a que los preparativos ya estaban en marcha, se tomó la decisión de seguir adelante con el recuerdo de Lucía presente.