Los miembros de la Guardia Civil que hace 16 años investigaron el presunto fraude a la Unión Europea en las ayudas por la compra de naranjas para su transformación en zumo aseguraron ayer al declarar como testigos en el juicio por el 'caso Alvalle' que en varias de la fincas que visitaron o no existían naranjos o su producción fue muy inferior a la declarada.

Entre los agentes de la Benemérita que declararon en la cuarta sesión del juicio se encuentra el que era jefe del puesto de la Guardia Civil de San Miguel de Salinas (Alicante) en los años en que se cometió el presunto fraude. A las preguntas del fiscal y del abogado del Estado, que sostienen que en una finca ubicada en dicho municipio figuran como vendidas entre los años 1994 y 1997 casi 600.000 kilos de naranjas, declaró que por aquellas fechas «no había ni un árbol plantado». Este testigo añadió que conoce bien la finca, ya que la «pateó» en varias ocasiones en persecución de los cazadores y también con ocasión de las investigaciones llevadas a cabo a raíz de descubrirse este presunto fraude.