"No es lo mismo 'se puede hacer' que verse en la situación", espetó, porque "una cosa es pensar las cosas y otra es el momento". Juan Cuenca admitió hoy haber planificado el asesinato de Ingrid Visser y de su pareja y declaró ante el juez que fue el sicario rumano Valentin Ion quien mató a los holandeses a golpes y luego decidió descuartizarlos. Asimismo, dijo que su amigo Serafín de Alba tenía conocimiento de que los cuerpos iban a ser enterrados en su huerto de Alquerías. También implicó a Rosa Vázquez (citada en este juicio en calidad de testigo), la mujer que llevó a los holandeses a la Casa Colorá de Molina, y dijo que ella era consciente de lo que iba a pasar.

Cuenca pidió cambiar su declaración después del receso de unos minutos que decretó el magistrado presidente, Enrique Domínguez. La primera vez que había comparecido, había vuelto a reiterar la idea de que un tal Danko era el responsable de las muertes. Un ruso al que él mismo habría ido a recoger al aeródromo de Valencia, por mandato de Severein. Un ruso que habría matado a la pareja a golpes, y permitido que Cuenca y los rumanos marchasen esa noche a su lugar de residencia, con la condición de que volviesen al día siguiente para ocultar los cuerpos. Un ruso de cuya existencia se venía dudando durante todo el proceso, y que este lunes se confirmó que no existe.

Ni siquiera el abogado de Cuenca, José María Caballero Salinas, tenía claro esta mañana el cariz que iba a tomar la declaración de su cliente. Lo precisaba así el letrado a preguntas de los periodistas sobre un supuesto pacto de penas que ha plegado sobre este caso desde que arrancó el juicio, el miércoles pasado, con la selección de los miembros del jurado.

Estaba previsto que, al reanudarse el juicio, hablase Valentin Ion, pero el exgerente del voley volvió a pedir la palabra. Lo hizo para retractarse y admitir, por ejemplo, que el tal Danko no existe. Además, reconoció que había adelantado una cantidad en metálico (1.200 euros) al rumano Ion para que matase a la pareja. Este dinero era un anticipo: la cantidad final de la que hablaron oscilaría entre los 10.000 y los 15.000 euros.

"No hay ningún arma"

"No hay ningún arma", dijo Cuenca, para desmentir algo que hasta ahora habían sostenido también los tres acusados de asesinato: que fue el holandés quien portaba una pistola y amenazó al exgerente, debido a las deudas económicas que tenían. Hizo hincapié en que contrató a Ion para que se deshiciera del holandés (en el plan incluyó a Visser al saber que le acompañaría), porque nunca tuvo intención de matar él directamente.

El cerebro confeso del crimen dijo que no es lo mismo planear un crimen que ver cómo se ejecuta, y que, tras los hechos, quedó "en estado de shock". "Mi intención es que se sepa mi verdad", espetó.

Lo hizo tranquilo, vestido con la misma camisa blanca que llevó en las dos sesiones de juicio de la semana pasada. Eso sí, se negó a contestar a preguntas de la acusación particular. Tampoco quiso hablar de qué participación tuvo, presuntamente, el otro rumano, Constantin Stan, en los asesinatos. Un hombre al que su compatriota, Ion, exculpa enteramente: asegura que estuvo en la parte de arriba de la casa y que no mató a nadie.

Porque los mató él solo, a golpes, tanto con los puños primero como con un jarrón y un cenicero después, fue relatando Ion. Acabó primero con la vida de Ingrid. Después fue a por su novio. No obstante, Ion negó ser un sicario: "No estuve encargado de matar a nadie: ha surgido", soltó, a lo que añadió que lo que Cuenca le había pedido es que fuese con él a reunirse con los holandeses y "le ayudase" si pasaba "algo". "¿Puedo contar contigo?", fue la cuestión. Y el rumano dijo que claro que podía contar con él.

Una vez en la casa de Molina, comenzó la discusión entre los antaño amigos Cuenca y Severein, y Valentin Ion recurrió a la fuerza. Arremetió primero contra el holandés, al ser la amenaza mayor. El rumano también dijo que, mientras él pegaba a Severein, era Juan Cuenca quien sujetaba a la holandesa para que ella no huyese. Ingrid, según relató, estaba de rodillas, sujetada por el exgerente, y Severein, mientras veía cómo el rumano pegaba a su novia, trató de decir algo, pero Ion lo silenció a golpes. Finalmente, acabó con sus vidas. Esa noche, contó, se quedó en la casa rural. "No podía dormir, no sé por qué", manifestó. Al día siguiente fueron al huerto de De Alba a enterrar los cadáveres.

Ion dijo que entonces no vieron al dueño del terreno ni hablaron con él. Contó que descargaron los cuerpos "con la carretilla que me había dado Juan". Explicó que Juan se ausentó alrededor de una hora entonces. "Una vez que empiezas a cavar, el tiempo pasa que no te das cuenta".

Valentin Ion también admitió que, los días posteriores al crimen, mantuvo conversaciones telefónicas con Cuenca para exigirle que le diese el dinero apalabrado por cometer los crímenes. Dijo que este dinero era especialmente necesario para Stan, que no tenía dónde ir, aunque remarcó que este hombre no participó en las muertes propiamente dichas, sí en el ocultamiento de los cuerpos. "No habíamos quedado en ninguna suma", dejó claro, aunque horas antes Juan Cuenca había reconocido que se llegó a hablar de 15.000 euros por el macabro encargo.

Por su parte, Constantin Stan volvió a reiterar en su declaración (en compañía de una intérprete, dado que no habla español) que él en la Casa Colorá estuvo "bebiendo y fumando" y jugando él solo con una mesa de ping-pong, pero que no mató a nadie, ni siquiera golpeó. Que se había subido a la parte de arriba de la vivienda para tumbarse, debido a su estado de embriaguez. Se desdijo en una cosa: no vio pistola alguna encima de una mesa, como había dicho haber visto en una declaración en 2015. Y es que, como Cuenca había corroborado ya horas antes, no hubo arma de fuego aquel día en esa casa.

Stan explicó que, al bajar (algo que hizo para coger su móvil), vio ya los cuerpos. Que preguntó a Ion qué había pasado, y que este le explicó que el holandés le había pegado y que él lo que hizo fue "proteger a Juan Cuenca y a su vida". Remarcó que tanto Ion como el exgerente tenían manchas de sangre en la ropa.

Este rumano, con antecedentes penales en su país de origen, confirmó que los crímenes se cometieron un lunes. También dijo que él compró la motosierra, no Juan Cuenca. La primera noche, relató, los cuerpos se quedaron en el salón, y ellos (Stan y Valentin) los envolvieron en una manta y los metieron en un cuarto pequeño que estaba junto a la terraza. Ahí los dejaron toda la noche, hasta que a la mañana siguiente, antes del mediodía, volvió a la casa Juan Cuenca. "Juan Cuenca empezó a llorarte a pedirme que los ayudase con la limpieza y el trabajo. Que, si no lo hacía, iba a buscar una pistola y me voy a matar". Confiesa que ayudó a Ion a "terminar de meter los cuerpos en las bolsas", pero que el encargado de descuartizar a los muertos (para lo que sólo se usó el hacha, no la sierra) fue Valentin.

Stan intentó convencer a la fiscal de que él habría querido irse del escenario del crimen cuando vio a los fallecidos, pero que Cuenca empezó a llorar y a pedirle ayuda. También dice que los otros acusados le aseguraron que, si llegaba a descubrirse lo que habían hecho, explicarían que él (Stan) no tuvo nada que ver. Precisó que "actuó bajo un miedo insuperable", como ya había declarado en anteriores ocasiones.

- Minuto a minuto de la sesión -

18.34. Insiste en que a Serafín la primera vez que lo vio fue en la carcel.

18.07. Que él y Valentin metieron el hacha y las cosas en el garaje de Serafín, que estaba abierto.

18.02. El rumano dice que ayudó a su compatriota a meter los cuerpos en la fosa en el huerto de De Alba.

17.57. Stan confirma que la sierra no llegó a usarse, como ya había contado Valentin. Que sólo fueron desmembrados con el hacha.

17.48. Constantin Stan narra que Cuenca le dijo que, si no le ayudaba a él y a Ion con los cuerpos, cogería una pistola y se mataría.

16.59. Stan alega que estaba ebrio cuando pasaron los hechos. Que dormía en la parte de arriba de la casa. La fiscal le recuerda que él llegó a declarar que había visto una pistola encima de la mesa. Ahora dice que no la vio. Rememora que fue Ion quien le presentó a Juan Cuenca.

16.51. Empieza el interrogatorio de Stan. La fiscal empieza a repasar sus antecedentes penales en el extranjero. La fiscal le recuerda que en su declaración él también nombró a Danko y que de hecho declaró que "habían comido los cuatros juntos". Stan alega que contó lo que le había dicho Juan Cuenca y que no recuerda haber declarado que comieron los cuatros juntos.

16.43. Ion dice que se siente culpable. A preguntas de su abogado, cuenta que sí fue contratado por Cuenca como sicario. "Fue todo muy deprisa", señaló. Sobre los golpes, fueron "la mayoría en la cara o cabeza".

16.40. Ion sigue declarando. Cuenta que, una vez en él huerto, Cuenca se fue, pero no sabe cuánto tiempo, porque "una vez que empiezas a cavar, el tiempo pasa que no te das cuenta". Dice que Stan le ayudó en los enterramientos. Y luego se fueron todos en el coche con Juan a Valencia.

16.30. Mañana declara como testigo Evedasto Lifante.

16.28. La madre de Visser finalmente no irá como testigo, al renunciar a ello la acusación particular. El juicio toma otra deriva tras las sorprendentes e inesperadas confesiones de Cuenca.

16.26. Las declaraciones de Rosa Vázquez y Francisca Gil (dueña de la Casa Colorá) se pasan al día 7.

16.02. A punto de arrancar la sesión de tarde del juicio, tras el receso de una hora que determinó el juez.

14.50. Ion admite conversaciones telefónicas con Cuenca para pedirle el resto del dinero, aunque asevera que "no habíamos quedado en ninguna suma". "Que pagará algo de dinero, porque este hombre (Stan) estaba en la calle", dice, cuando la fiscal le va leyendo los mensajes que le mandó él mismo a Cuenca.

14.26. Preguntado por la fiscal por qué hizo esa noche, Ion dice: "No podía dormir, no sé por qué". Al día siguiente, lo de desmembrar los cuerpos fue un poco "idea de todos", para esconderlos mejor.

14.22. "No estuve encargado de matar a alguien. Ha surgido", suelta el rumano.

14.18. Ion cuenta que usó, además de sus manos, un jarrón y un cenicero, pero no un hacha, para agredir a la pareja. Admite que le dio "varios golpes, no sé cuántos". Relata que mató primero a Ingrid.

14.16. "¿Y qué pasa con Ingrid, quien la está sujetando?", pregunta la fiscal. "Juan", responde con claridad el rumano.

14.15. "Constantin estaba fuera de toda la secuencia", asegura Ion, que admite que dio varios golpes al holandés. "Estaba arriba", asegura. "Señoría, Constantin no tiene nada que ver", sentencia. "No tenía ni la menor idea de que iba a pasar algo", resaltó luego, cuando el letrado Caballero Salinas volvió a preguntarle por el tema.

14.10. Narra que, una vez en la casa y cuando llegaron los holandeses, "él me ha golpeado a mí. Yo intento apartarlo". "Primero le golpeé con el puño y él cayó. En ese tiempo no sé qué pasó con la chica. Ingrid estaba un poco descontrolada. Él estaba de rodillas. El holandés quería levantarse. Entonces cogi la jarra y le golpeé en la cabeza".

14.07. Admite que las bolsas las usaron para los cuerpos y los guantes y lejía para limpiar la casa.

14.03. En el chino compran "lejía, salfumán no tenían", precisa el rumano. La fiscal le insiste en que ya saben para qué compran todos esos productos: guantes, bolsas, lejía... Él dice que la radial la pidió para su trabajo "con mosaicos". Las fiscal dice que él ha dicho que la radial la compró "para las piernas". "Piedras", clama Ion, que subraya que era para los mosaicos.

14.01. Valentin confirma que Rosa les recogió en el coche para ir a la casa. Que allí compraron bolsas. Y guantes. "Hacha no, no se compra ahí". Dice que el hacha se compró el martes y que la compró Juan, "supuestamente".

13.55. Ion dice que no conocía a los holandeses. "No hay dinero por en medio". Lo que le dio Cuenca no era por matar a nadie. Dijo que le dio a Stan unos 200 euros más o menos. "Yo no pensaba que íbamos a matar a alguien", resaltó.

13.53. "No fue un adelanto para que tú mates a X personas, no. Señoría, si hubiera salido de Valencia con conciencia de matar a alguien, habría cogido una pistola o algo. Las palabras fueron: Si algo pasara, Valentin, ¿puedo contar contigo?"

13.52. La fiscal pregunta si la ayuda s a cambio de dinero. "El dinero no fue para hacer ese trabajo. Si no que, como salían de Valencia y él tenía que dejar su trabajo, esos días que no le faltase de nada", dice la traductora, tras indicárselo Ion.

13.51. Ion dice que Cuenca le dijo "si le ayudaría". Toma la palabra la traductora de rumano. "Simplemente le dice si puedo contar contigo".

13.46. Comienza a declarar Ion. Opta por hacerlo en castellano. Relata que a Stan lo conoció en invierno de 2012, que antes ya conocía a Juan Cuenca.

13.42. Caballero Salinas dice que "Danko no existe". "Evidentemente", apunta Cuenca.

13.40. El abogado Melecio Castaño pregunta por cómo Ion mató a la pareja. "Golpea primero a Luis, le pega un puñetazo y Luis cae semi inconsciente. Luego con el jarrón golpea a Ingrid. Los golpes de Ingrid son con el jarrón". Preguntado por quien falleció primero, dice que no lo sabe. La muerte fue el día 13, no el 15.

13.40. Cuenca se niega a contestar a preguntas de la acusación particular.

13.32. "No recojo a ningún Danko", reconoce. Añade que la idea de desmembrar los cuerpos es de Ion.

13.31. "No se habló de una cantidad exacta. Se habló de un adelanto y ya veríamos como resolvíamos el resto", dice del pago. "Sí se habló de 10.000 o 12.000 euros".

13.30. "No hay ningún arma", admite Juan Cuenca. Severein no llegó a sacar una pistola, como en un principio sostuvo.

13.28. "Mi intención es que se sepa mi verdad. Reconocer mi participación de que se organizó esta situación. Yo hablé con Valentin como persona que busqué para poder hacer este trabajo. Es Valentin a golpes con objetos que hay en la casa quien acaba con su vida".

13.20. Valentin Ion toma asiento para comenzar a declarar. Se levanta y se retira a una sala con su abogado, Fermín Guerrero. Juan Cuenca va a ampliar su declaración.

13.12. A punto de reanudarse el juicio tras el receso que ha determinado el juez, al concluir la declaración de Juan Cuenca.

12.56. "Estoy en un estado de shock. No me estoy quitando culpa. Pero en ese momento (tras presenciar el crimen) me sentí muy impactado", dice Cuenca a su abogado.

12.53. Toma la palabra Caballero Salinas, abogado de Cuenca. "Se ha puesto en duda la existencia de Danko. ¿Hay alguien más de los que intervienen que haya visto a este tal Danko?" "Sí, la dueña de la casa, Paquita, dice que vio a otra persona, que no era Constantin ni Valentin, que iba en el coche conmigo. Simplemente fueron dos minutos. Me preguntó si estaba todo bien, si nos hacía falta alguna cosa".

12.46. Dos horas dura el interrogatorio de la fiscal. El defensor de De Alba pregunta a Cuenca y le reprocha las contradicciones en las que ha incurrido. Pregunta por qué llamó por teléfono a Serafín si se supone que estaban en el mismo sitio, el huerto. "Yo siempre que he estado en la casa de Alquerías ha sido con Serafín presente", asegura el presunto cerebro del crimen. "Yo n ningún momento descargué el coche ni participié en el enterramiento de los cadaveres".

12.24. La fiscal le recuerda que él introdujo a la figura de Danko un año después de los hechos. Juan dice que es porque antes no declaró nada, que sólo respondía a las preguntas de sus abogados. "No, no, no. No habló nunca de Danko, ¿por qué?" "Porque él nos dijo que nos iba a pasar lo mismo que a Luis. Puede poner en riesgo mi vida y la de mi familia. Pero ya llega un momento en que estoy en prision y lo que quiero es que se resuelva el tema, que se sepa toda la verdad".

12.19. "Rosa sabe lo que va a pasar y ella intenta salvarse", suelta sobre su amiga Juan Cuenca. "Ella lo que intenta es esquivar su participación en los hechos".

12.14. "El lunes le da a Valentin 1.200 euros como adelanto a ese plan, ¿cuánto dinero falta por pagar?" "No voy a responder a eso".

12.09. Celdrán pregunta por los tres pares de guantes que aparecieron en la tumba. "Supongo que se comprarían en el chino", apunta Cuenca. Agrega que en un momento dado vino un vecino, "estuvo un rato allí, hablando con Serafín".

12.08. La fiscal le pregunta por las lesiones que tenía en las manos y Cuenca dice que es que él tiene dermatitis durante muchos años. Y que recibe tratamiento por ello.

12.05. Serafín les presta pico y pala y otros instrumentos para cavar la fosa, relata Cuenca.

12.02. "En el coche íbamos Valentin y yo. Vamos a Murcia y quedo con Serafín, y de ahí vamos a su huerto. Le explico a Serafín la situación que tenemos". La fiscal comenta si "recorren Murcia con los cuerpos en el coche" hasta llegar a la calle Mar Menor, donde vivía De Alba.

11.55. "Hablo con Serafín y le comentó lo que vamos a hacer", suelta Cuenca. De esta manera, implica a su amigo y declara que De Alba tenía conocimiento de que los cadaveres iban a ser enterrados en su huerta. "Danko dice que teníamos que buscar un sitio para deshacernos de los cuerpos. Yo lo que quiero es acabar cuanto antes e irme de allí. Consigo hablar con Serafín, le explico más o menos el tema y vamos al huerto".

11.51. Cuenca relata que al día siguiente, miércoles, compró una motosierra en el Carrefour. Que cuando volvieron a la casa rural, los cuerpos ya estaban desmembrados. La fiscal recuerda que el fiscal dice que los cuerpos fueron desembrados con un hacha y una sierra. "Yo entregué la sierra a Danko. Supongo que no la utilizarían para nada, porque cuando yo llego a la casa ya está todo metido en bolsas".

11.47. "Danko nos llama a todos. Me dice que yo puedo ir a Valencia, pero que al día siguiente tengo que estar allí porque hay que deshacerse de los cuerpos. Que si al día siguiente no estoy allí, me va a pasar lo mismo que a Ingrid y Severein", dice Cuenca. Agrega que se fue a Valencia con Stan.

11.46. Cuenca no quiere responder a dónde estaba Stan cuando los hechos suceden.

11.39. "Danko con un jarrón que hay encima de la mesa le pega un golpe bastante fuerte a Ingrid. Ingrid se tambalea y Danko empieza a golpearle. Severein está inconsciente. Danko empieza a pegarle golpes. Yo estoy en estado de shock, sí que es verdad que yo me planteo que esa situación podría pasar. Una cosa es pensar las cosas y otra cosa el momento. No es lo mismo organizar una cosa que luego cuando llega el momento real. No es lo mismo "se puede hacer" que verse en la situación. Yo busco a una persona para que me lo haga (matar), yo no tengo intención de hacerlo directamente".

11.34. Después de una reunión en el polígono industrial La Polvorista, "Luis estaba muy nervioso. Me dice que no están saliendo bien las cosas". Vuelven a la casa. Allí Severein "saca una pistola. Valentin le pega un golpe en la cara. Valentin interviene y la se produce la situación que se produce".

11.26. Una vez en la casa rural, relata Cuenca, "Luis me comenta que hay que recoger a una persona en Valencia, que es clave para que se solucionen los problemas". Dice que él vuelve a Valencia esa misma noche. Añade que él cree que los holandeses se quedaron a dormir en la Casa Colorá esa noche. Vuelve a salir la figura del tal Danko.

11.15. La fiscal pide a Cuenca que explique qué pasó en mayo de 2013. Cuenca dice que Severein le pidió que buscase "un sitio apartado donde nos pudiéramos ver". "Como yo ya conocía a Rosa (testigo), ella hace las gestiones para la casa", que resultó ser la Casa Colorá (Molina de Segura). Dijo que Vázquez "sabía lo que podría pasar" en ese alojamiento rural.

11.08. La fiscal relata que la relación se fue deteriorando. Cuenca explica que Severein le hablaba de "relaciones con la mafia". "Él me exige un dinero que dice que necesita. Que tiene unas deudas y tiene que pagarlas ya". "Yo no le debo ese dinero", sentencia. Asimismo, admitió que dio dinero a Valentin Ion para que fuera con él al alojamiento.

11.06. Cuenca indica que De Alba fue "intermediario" en sus negocios. "La personas de contacto de Hacienda que tenía Evedasto era Serafín", remarca. Admite que dio 10.000 euros a De Alba para que se los diese al letrado que iba a constituir la sociedad. Y que ese dinero se lo dio Severein (al que Cuenca llama Luis).

11.03. Admite que montó una empresa en Gibraltar con Severein. Que pensaban hacer gestiones para vender la cantera de Evedasto Lifante. "Nosotros no podíamos vender la cantera sin la firma de Evedasto", señaló. "Evedasto tenía una serie de compromisos que no había cumplido con varias personas a las que debía dinero", aseveró el procesado.

11.01. Cuenca relata que Visser se conformaba con cobrar 60.000 euros de la deuda.

10.59. "Yo fui el que hice las gestiones para contratar a Ingrid. El club le dejó a deber 240.000 euros. La mayoría de las jugadoras no solían cobrar. Incluso el primer año, Ingrid no cobró a través del club. Cobró a través de un patrocinador que gestioné yo".

10.57. La fiscal comienza a interrogar a Cuenca. Le pregunta primero que dónde vivía en 2013 y él dice que en Valencia. Luego le habla de su móvil y de cómo los tenía grabados en su agenda. Él dice que "a Valentin lo tenía por su nombre".

10.55. Cuenca toma asiento delante del micro. Va vestido igual que en las anteriores sesiones.

10.54. El magistrado presidente anuncia que el primer interrogatorio será "el del señor Juan Cuenca". Melecio Castaño solicita que la traductora vaya diciendo en rumano a Stan qué declara el presunto cerebro.

10.44. Melecio Castaño pide la palabra para agradecer la atención que recibió el jueves, cuando sufrió el desmayo en la sala. A continuación, anuncia que va a hacer "una vulneración de derechos fundamentales". En este sentido, rememora que su cliente, Constantin Stan, tuvo problemas en sus declaraciones, porque no entiende el idioma castellano.

10.42. "Verán imágenes terribles. Verán cuerpos desmembrados. Sentirán rencor por lo que están viendo, querrán que alguien pague muy caro", dice Pérez a los miembros del jurado. "Ustedes están aquí para juzgar. Eso quiere decir que tienen que decidir si las personas que comparecen ante ustedes son o o autores de los hechos. Ustedes no están aquí para vengarse de nadie, ni para ponerse en el lugar de las víctimas o de los familiares de las victimas. Atiendan a los hechos, no a los sentimientos", remarca el letrado.

10.38. Pérez destaca que De Alba tenía muchos amigos guardias civiles y policías, y alude a su afán de "ayudar a los demás". Dijo que los otros acusados hicieron "maniobras para engañar a Serafín" y acabar enterrando los cuerpos en su huerto.

10.31. Toma la palabra Fidel Pérez, defensor de Serafín de Alba. Dijo tener "la certeza de que este señor no tiene nada que ver con los hechos que le están imputando". Detalla "la inconsistencia" de las acusaciones contra su cliente. Aseveró que las llamadas telefónicas entre De Alba y Cuenca duraron "48 segundos", y que en ese tiempo el presunto cerebro no tuvo tiempo real de explicar a su amigo lo que había pasado.

Previa:

Se reanuda el juicio por el crimen de Visser y su pareja. A la entrada de la Ciudad de la Justicia, José María Caballero, abogado de Juan Cuenca, admitía que no tiene aún claro si su cliente quiere pactar las penas.

"Él sigue manteniendo que a lo sumo tendría responsabilidad por encubrimiento", remarcó, al tiempo que añadió que en estos tres años se ha dado "la versión más morbosa y macabra de todas las posibles".

Caballero reconoció que quien más reacio a alcanzar un pacto es Stan. "Se pone a beber seguramente hay un terremoto como el de Lorca y el hombre sigue durmiendo debajo de los escombros", dijo. El letrado volvió a señalar que la muerte de Visser y su pareja "no estaba acordada por las partes".

Sí admitió que Cuenca buscó una sierra y Sosa cáustica, porque "¿qué hacen con los muertos? Habrá que ver cómo los descuartizamos, cómo lo enterramos..."

Por su parte el abogado de Stan, Melecio Castaño, habló de su indisposición del jueves.

"Me encuentro muy bien. Lo del otro día fue producto del calor. Hace muchísimo calor en la sala. Y me desmayé. Descartaron que fuese un infarto", contó.

De la defensa de su cliente, indicó que "el guión mío es el más claro: mantiene que es inocente. Es fácil de defender: si esta arriba, ni ha visto asesinatos ni lesiones ni nada".