Una mujer, de mediana edad y nacionalidad inglesa, falleció ayer después de que la habitación en la que se encontraba se incendiara por causas que todavía no se han esclarecido al 100%. No obstante, y pese a las extrañas circunstancias que acompañaron el suceso, la Guardia Civil prácticamente descartaba ayer cualquier hipótesis que no fuera accidental.

Fuentes del Teléfono Único de Emergencias (112) informaron ayer de que el aviso se produjo en torno a las nueve de la mañana. El dueño de la casa, sita en el barrio Las Palomas, número 21, de la pedanía de El Mirador, en San Javier, alertaba al Centro de Coordinación de Emergencias de un incendio originado en una de las dependencias de su vivienda, donde se encontraba encerrada su mujer, que no respondía a las llamadas de su marido, incapaz de acceder a la habitación.

Sin embargo, a su llegada, el jefe de bomberos informó de que las llamas estaban extinguidas desde hacía horas: no había humo y todo estaba frío en el interior, donde el cuerpo de la víctima yacía sin vida. Ante estas circunstancias, la Guardia Civil abría una investigación para intentar dilucidar lo ocurrido, pero a falta del informe de los especialistas en incendios de la Benemérita y de los resultados de la autopsia, todo apunta a que el fuego se produjo por «causas accidentales».

En este sentido, José Miguel Luengo, alcalde de San Javier, aseguró a esta Redacción que la versión que le habían hecho llegar desde la Policía Local es que la fallecida podría haberse quedado dormida mientras fumaba en el sofá en el que descansaba, lo que habría generado el fuego que acabaría con su vida. No obstante, el cuerpo no presentaba signos de que hubiera muerto a consecuencia de quemaduras, sino que parece que pudo deberse a inhalación de humos. Entre otras hipótesis, y siempre sin descartar ninguna otra posibilidad en vistas de que la operación continúa en curso, también pudo deberse a un cortocircuito.

Agentes de la Guardia Civil tomaron en un primer momento declaración al marido de la víctima, también inglés y de mediana edad, que admitió haber discutido la noche de antes con su pareja. Es por ello, según su versión, que ambos se encontraban en dependencias distintas de la casa cuando se originó el fuego. Al parecer, la víctima se encerró con llave en un cuarto trasero de la finca, separado por un jardín de la vivienda propiamente dicha. Para cuando su marido se percató del incendio -que podría haber surgido durante la noche- las llamas ya se habían extinguido. De hecho, los vecinos de esta pareja británica aseguraron no haberse enterado tampoco de lo sucedido hasta la mañana de ayer, cuando los bomberos tuvieron que forzar la puerta de la habitación en la que se encontraba la víctima porque su marido no tenía llaves para abrirla.

En torno a la una menos cuarto, agentes de criminalística procedían al levantamiento del cadáver por orden del juez, mientras que poco después una ambulancia trasladaba al marido a un hospital con lo que parecía un ataque de ansiedad. Una pareja de amigos se acercó a El Mirador para mostrar su apoyo al viudo, que según los vecinos llevaba años asentado en el barrio junto a su mujer.