Su cercanía a los murcianos se hace evidente mientras se hacen las fotos para esta entrevista, pues José Ballesta Germán (Murcia, 19/07/1958) apenas puede avanzar por la calle Trapería a las once y media de la mañana de un miércoles de agosto, ya que a cada paso se para a saludar a algún vecino al que conoce o le paran para hacerle alguna consulta. Estamos ante un alcalde que se mueve como pez en el agua por las calles de su ciudad, donde, asegura, trasladaría sin dudarlo su despacho.

¿Cómo valora su primer año de vuelta a la política tras haber retomado la vida docente en la universidad?

Apasionante. Ha sido un año vertiginoso. En plan de broma me comparo con esos artistas de circo que se meten con una moto en una especie de esfera hueca que gira a gran velocidad, y mientras giran están dando vueltas porque van a mucha velocidad, pero si paran, caen. Es un poco esa comparación. Yo he estado en otras administraciones, pero no conocía la municipal y es apasionante. Es de una cercanía y de una humanidad que, además, es muy gratificante. En otros niveles proyectas cosas que se ven a medio o largo plazo. En la universidad poner en marcha una carrera es labor de unos diez años hasta que se consolida. En muchas de las cuestiones que afrontamos el resultado se ve al día siguiente o en el corto plazo, y eso es sumamente gratificante. Quien está en el ejercicio público necesita ese estímulo de ver que las cosas sobre las que se va trabajando tienen resultados.

¿Cómo se lleva un gobierno en minoría?

De una manera muy intensa. No hay tiempo para dormirse o acomodarse. Se vive de una manera mucho más creativa, mucho más imaginativa. Tienes que pensar y tener previstos resortes para situaciones para las que a lo mejor en otras circunstancias no pensarías en ellas. El hecho de tener que acordar muchas cosas, de tener que hablarlas previamente, puede restar un poco la eficacia, porque lógicamente tienes que dialogarlas. Pero cuando se consigue un acuerdo, tiene mucha más fuerza, porque ha sido tras una base de concertación y de participación. Todo eso también conlleva un mayor esfuerzo y una mayor dedicación. Pero yo la doy por bien empleada en el sentido de que consigues mucha más base de apoyo social para las decisiones que se adopten.

¿Cómo está funcionando su equipo de concejales?

Fantásticamente. Eran concejales que venían de muy diversas procedencias, algunos estaban ya en el Ayuntamiento, otros en el ámbito universitario y habían colaborado conmigo en distintas parcelas. Otros eran profesionales a los que yo conocía y les pedí ese esfuerzo de incorporarse a la actividad pública. Hay procedencias distintas, pero ha encajado todo perfectamente. La mayoría de los proyectos no implican a una sola concejalía por su amplitud.

¿Se plantea alguna reestructuración?

El planteamiento de concejalías está funcionando bien y no hay por qué hacer ningún cambio, salvo que haya algo sobrevenido, de que algún concejal sea llamado a otras actividades o a otro lugar. Pero no hay ningún motivo para cambiar.

Está teniendo acercamientos a los vecinos como en las recientes Jornadas de Participación Vecinal. ¿Qué sensaciones percibe de los murcianos?.

Los murcianos tenemos una idiosincrasia y personalidad muy singular. Nos gusta el encuentro, el mirarnos cara a cara, preguntarnos por nuestras cosas, por las familias. El trato humano es una característica muy de Murcia y yo la vivo con total intensidad porque me alegra, me gusta. Para mí el trabajo en el despacho es una continuidad de lo que vivo en la calle. No me importaría colocar el despacho en medio de la calle para atender a los vecinos. Mucha gente me va parando para plantearme sus necesidades, sus quejas también en muchos casos. Procuro tomar nota e intentar resolverlas lo más rápido posible.

¿Afecta mucho que se relacione al Ayuntamiento con casos judiciales como el caso Umbra, en el que está siendo investigado su antecesor, Miguel Ángel Cámara?

Son evidentemente hechos desagradables, pero que se deben despejar en un ámbito judicial, en el que tenemos nuestra confianza. La separación de poderes es en ambos sentidos. Si está mal politizar la justicia, también judicializar la política es malo, y pierden ambos. Esa separación de poderes en todos los ámbitos en la que creo firmemente debe mantenerse siempre y no se puede traspasar esta frontera.

¿Qué siente ante la parálisis de proyectos tan importantes para los murcianos como el aeropuerto de Corvera o el AVE?

Mal. Se lleva mal, cómo se va a llevar. Son proyectos importantísimos, no sólo para Murcia, sino para toda la Región. Muchas veces se tiende a confundir el medio con los fines. El objetivo no es construir un aeropuerto, es generar empleo, generar riqueza, desarrollo social y contactos humanos. Lo que se logra es que la gente pueda comunicarse, viajar de un sitio a otro. Pero es sobre todo para que los turistas puedan venir a la Región.

Ocho empresas aspiran al proyecto de puesta en valor del entorno de San Esteban. ¿Qué supone para usted y qué espera de este proyecto?

Es uno de los proyectos más esperados por Murcia y lo que queremos es que sea el primer proyecto integral, que no solamente sea un espacio en que se integre la iglesia, el palacio, el yacimiento arqueológico y la plaza que hay por encima, sino que integre también las calles. Todo el entorno de casi 23.000 metros cuadrados. Una integración geográfica y cultural. No podemos olvidar que tiene un interés cultural y turístico.

¿Se ve otra legislatura al frente del Ayuntamiento?

Esa pregunta habrá que plantearla más adelante. Habrá que ver cómo van avanzando todos estos proyectos que tenemos. Muchos están ya estructurados, están en marcha los procesos administrativos y de contratación y ahora va a empezar la ejecución. Tenemos la firme convicción de que se cumplan todos. Les decía a los concejales: «¿Sabéis el problema que tenemos? Que hemos generado muchas expectativas».

Parece una cosa positiva, pero es el gran problema que tenemos ahora, porque si generas expectativas debes responder a las mismas y cuando tú generas ilusión tienes que dejarte la vida por responder a esa gente, porque si los defraudas, su confianza es muy difícil de recuperar.

El deporte en el municipio

  • ¿Qué futuro le ve al Real Murcia? El Real Murcia, como dice su propia campaña de abonados, es un sentimiento. Muchos de los actuales seguidores lo son porque lo fueron sus padres, e incluso sus abuelos. Los llevaban de pequeños a la Condomina y han generado ese sentimiento de pertenencia. Es necesario que lo apoyemos todos. Esta situación de parecer que está en sus últimos momentos, con respiración asistida, se ha vivido anteriormente y siempre se ha conseguido salir adelante.
  • El ayuntamiento de Huelva ha declarado al Recreativo Bien de Interés Cultural, ¿se podría dar esta situación aquí para preservar el futuro del Real Murcia? Desconozco ese proyecto. El Recreativo tiene a gala ser el club más antiguo de España. Desconozco la normativa en relación a la declaración de Bien de Interés Cultural, entre otras cosas porque corresponde a la comunidad autónoma. Tampoco sé exactamente los beneficios que esto conlleva, aunque conlleva beneficios y obligaciones, porque cuando declaran BIC una zona no se puede tocar mucho.
  • ¿Ve enrarecido el ambiente futbolístico en la ciudad por el ascenso del UCAM? Son perfectamente compatibles. Las grandes ciudades de España tienen dos e incluso tres equipos de fútbol profesional en la elite y no hay que irse ni a Madrid ni a Barcelona, hay ciudades como Valencia, que tienen más de un club en la máxima categoría. Nosotros tenemos dos clubes y hay afición suficiente para ambos. Hay medios suficientes para mantenerlos.
  • La oposición ha criticado la forma de proceder del Ayuntamiento para aprobar la reforma del estadio de la Condomina por parte del UCAM. ¿Por qué fue posible aprobar las obras el último día y no se pudo hacer un poco antes? La gestión de esto llevaba más de un año desde las primeras reuniones y los primeros contactos, en que se presentan las necesidades y aspiraciones que tenía el club en aquel momento hasta llegar a un acuerdo razonable, que es lo que se ha conseguido finalmente. Yo creo que un acuerdo como el que se ha conseguido con el que el club se hace cargo del mantenimiento y de la remodelación del estadio, a cambio de la utilización de las instalaciones y de la explotación de la publicidad interior de la misma, es un acuerdo bastante razonable y del que la ciudad se va a beneficiar, al tener un estadio ya remodelado y con una capacidad importante. Incluso el Ayuntamiento se reserva la posibilidad de realizar eventos allí. El convenio es para tres años y no hemos querido hacerlo a más largo plazo. Será la corporación siguiente la que deba decidir sobre prorrogar o no este acuerdo.
  • ¿Qué supone para un amante del baloncesto ver al CB Murcia jugando en Europa? Un gran aliciente y un gran orgullo que por primera vez vayamos a competir en Europa. Esto es importante, y más que por ver en Murcia a equipos que en muchos casos han jugado ya en Euroliga, es porque supone la culminación de un proyecto que lleva muchos años en la ciudad y que se ha hecho ya un hueco en la elite del baloncesto nacional. Y no olvidemos que la ACB ahora mismo pasa por ser después de la NBA, la primera liga del mundo.