El ayuntamiento de Murcia ha comenzado a usar un innovador tratamiento de control biológico contra las plagas en zonas verdes, sustituyendo los tratamientos fitosanitarios tradicionales por otros más naturales y eficaces como hongos, como el Phoemyc, o insectos, como el Crisopa. Las primeras en probarlo han sido las más de 700 palmeras que hay en el Palmeral Grande y el Palmeral Chico de Santiago y Zaraiche. Este novedoso sistema busca ser más respetuoso con el medio ambiente y a la vez mucho más eficaz.

El tratamiento consiste en utilizar un producto denominado Phoemyc compuesto por un hongo que coloniza y elimina organismos dañinos para las palmeras como el picudo rojo. De esta forma, lo que se quiere conseguir es eliminar los tratamientos químicos actuales realizados con pulverizaciones. Según el concejal de Modernización, Participación y Calidad Urbana, José Guillén, «este sistema va a permitir extender la fórmula a otras muchas zonas de Murcia y pedanías y a la vez seguir luchando por ser un ayuntamiento verde y respetuoso con el medio ambiente».

La Concejalía, además, está probando un tratamiento diferente contra el pulgón sobre unas 200 jacarandas distribuidas entre el jardín Miguel Ángel Blanco, en Ronda Sur, y la calle Floridablanca. Este sistema colocará un insecto llamado Crisopa, que se alimenta de pulgones, junto con una avispa de 3 ó 4 milímetros, que ayudarán a eliminar al pulgón. Guillén subrayó que su departamento estudia «iniciar nuevos tratamientos de control biológico sobre un centenar de ficus distribuidos por la ciudad». En este caso el objetivo es actuar sobre la `Psila algodonosa´ que segrega una sustancia que debilita el árbol y deprecia su valor ornamental. Para atajarla se usará un chinche, que es el depredador natural más efectivo contra esta plaga.