Fomentar la colaboración entre el tejido empresarial y las universidades es el objetivo de la Fundación Universidad-Empresa, que desde febrero está presidida por Antonio Ballester. Su principal objetivo en esta nueva etapa es culminar la adscripción de los títulos propios de la Escuela de Negocios ENAE a la Universidad de Murcia. A finales de mes, esta institución con más de 30 años de existencia celebrará su tradicional Foro de Empleo, que trata de poner en contacto a los jóvenes universitarios con las empresas que necesitan de sus servicios.

¿Qué puede aportar la Fundación Universidad-Empresa tanto a los estudiantes como al empresariado de la Región?

La Fundación Universidad-Empresa es ya una institución con 30 años de existencia, que se creó con la intención de conectar el mundo empresarial con el universitario, y viceversa, promoviendo una serie de acciones de formación, investigación e innovación. En todo este periplo de tiempo, uno de las actuaciones más importantes que ha realizado la fundación ha sido la creación de la Escuela de Negocios ENAE, que desde su creación está formando bien a personas que salen del mundo de la universidad quizás algo faltos de preparación práctica para incorporarse al mundo de la empresa, o bien a directivos y empresarios que quieran complementar su formación. Eso es lo que hemos hecho y vamos a seguir haciendo.

¿Qué objetivos se ha marcado usted para esta nueva etapa al frente de la fundación?

Conozco muy bien tanto la Fundación como la Escuela de Negocios, porque en 1996 fui presidente de la Asociación de Antiguos Alumnos de ENAE, por lo que he estado vinculado a esta institución durante años. Mi objetivo principal al frente de la presidencia de la Fundación es continuar con la labor del antiguo presidente y del antiguo director, que es adscribir la Escuela de Negocios ENAE a la Universidad de Murcia. Antes de Semana Santa firmamos el convenio para la adscripción de una serie de nuestros máster. Ahora, un grupo de trabajo formado por miembros de la Universidad de Murcia y de la Escuela Negocios va a ampliar esta vía de colaboración. Además, otro de mis objetivos es potenciar todas aquellas áreas como la investigación y la innovación, en las que se han hecho cosas durante estos años, pero quizás se pueda dar un nuevo impulso. Debemos detectar las necesidades de innovación de las empresas adscritas a la Fundación para ayudarlas a gestionarlas con recursos de la universidad. Asimismo, los próximos días 27 y 28 de abril celebraremos el Foro de Empleo, que se hará en el campus de la UMU y en el de la UPCT. Las empresas que participan instalan sus stand, así como un centro de atención a alumnos para informarles de cuáles son las necesidades de trabajo de las mercantiles. Es una buena forma de acercamiento.

¿Cómo ve la situación económica de la Región de Murcia?

La situación económica de la Región, igual que la de España, no es que sea muy boyante, pero afortunadamente se están viendo señales claras de que las cosas han empezado a cambiar. Creo que Murcia es una región con un potencial tremendo, como el sector agroalimentario, que apenas ha sufrido la crisis, así como el industrial. Y tenemos el turismo, que es un diamante en bruto todavía por desarrollar.

¿Y la situación de la universidad murciana? ¿Salen los jóvenes bien preparados?

Hoy en día la universidad va siendo cada vez más ágil. Cuando estudié mi carrera, las universidades ofrecían un abanico de titulaciones muy limitado, y hoy las posibilidades son tremendas. Se han adaptado más a las necesidades de las empresas, aunque todavía queda trabajo por hacer. Pero el hecho de que la universidad haya acercado más a la empresa indica que se va por el buen camino. Para eso están instituciones como la Fundación Universidad Empresa.

Algunos jóvenes universitarios se desesperan porque, al acabar su formación en las empresas, ven cómo se eternizan los contratos de prácticas. ¿Cómo acabar con esa situación?

Yo, como empresario, pienso que eso es un mito. En nuestra empresa tenemos a personas que entraron como becarios y han llegado a ser directivos. Si una persona tiene talento y ganas de desarrollarse, a nadie con sentido común se le ocurriría dejarlo como becario toda la vida, cortándole el paso. Es un mito lo de que se quedan eternamente como becarios. Lo que sí tienen que hacer es formarse bien. Yo siempre recomiendo a la gente de mi entorno que acaba una carrera que, si no se controlan los idiomas, se marchen a Inglaterra a aprender el inglés, trabajando de lo que sea. Hay mucha competencia, y aquel que sume más experiencia y formación, tendrá trabajo.