­­El peluquero Juan Miguel Martínez, exmarido de Karina y padre de su hija Rocío, es, desde hace diez años, un habitual de las Fiestas de Primavera de Murcia. Aquí disfruta como un 'güertano' más, le encanta que le reconozcan por la calle y agradece el clima.

¿Qué le trae por las Fiestas de Primavera de Murcia?

Vengo desde hace diez años, porque tengo aquí amigos y me encanta. ¡Cada vez vengo más días! Y me visto de huertano.

¿Cuál es su plan para el martes, Día del Bando?

El Día del Bando me encanta ir a las barracas. Y luego a las carrozas, ¡acabamos como las cabras por las montañas! Voy por libre, con mis amigos, aunque vamos a la peña El Perejil, en el Malecón.

¿Le gusta a usted la gastronomía murcianica?

Todo me encanta. Las ´morcillicas´, las ´salchichicas´, los paparajotes, el vino...

¿Y el café de olla?

También me gusta muchísimo. ¡Yo vengo a Murcia a ser feliz!

¿Se queda para el Entierro de la Sardina, este sábado?

No lo sé, porque tengo un bolo en Barcelona. Si lo puedo cambiar, me quedaré. Lo he visto otros años y me encanta, es precioso.

A ver si trasciende que viene usted por aquí en fiestas y un año lo hacen a Gran Pez...

¡Ojalá! ¿Y por qué no? Igual sí. Este año me han hecho una falla en Valencia.

¿Conoce otras zonas de la Región, como las costeras?

Conozco Los Alcázares y Cartagena. Aunque creo que los cartageneros y los murcianos no se llevan muy bien, porque algunos allí me han dicho que no vaya a Murcia...

Eso de que no nos llevamos bien es una leyenda urbana.

Yo pienso que sí. Son preciosas las dos, Murcia y Cartagena. Y el clima... Es que vienes y te cambia el humor. ¡Y la gente me reconoce y me para por la calle!

Y de proyectos profesionales, ¿cómo va la cosa?

Tengo un proyecto profesional, que es ir a Supervivientes. Pero se está confirmando todavía.

¿No le da miedo? Dormir en la isla, arañas, serpientes...

Soy una persona fuerte. Me operaron de cáncer hace tres años y lo he superado. Todo lo que venga es felicidad.

Mucha suerte entonces.

Tendré que aprender a pescar. Este año se viene Mila Ximénez, que ya ha confirmado.

¿Y tirarse del helicóptero al mar no le da aunque sea un poquillo de respeto?

No. Ya me tiraron en Hotel Glam desde lo alto de 3.000 metros, desde un avión. ¡Estoy esperando para tirarme!

Oiga, y procesiones, ¿le ha dado tiempo a ver alguna?

Hemos visto la de Los Salzillos. Me encanta. Y hace dos años, en Cartagena, vi la de los legionarios, que me gustó muchísimo. Me emocionó muchísimo.