Los concejales del PP Roque Ortiz y Lola Sánchez colocaron al inicio del Pleno de ayer banderas de la cofradía de Jesús en la bancada de su partido, mientras que el concejal Rafael Gómez hizo lo mismo con la bandera de la cofradía de la Caridad. Este gesto -que duró unos instantes, ya que decidieron retirarlas por «la concordia y el buen funcionamiento» de la sesión- anunciaba lo que por la tarde se viviría en la Glorieta y en el Ayuntamiento. ´Derecho a nuestra libertad religiosa, tradiciones y cultura´. Así rezaba la pancarta que ayer lucía en medio de la Glorieta, lugar elegido por más de mil personas concentradas para protestar contra la moción de Cambiemos Murcia, que se debatió ayer en un Pleno municipal tenso y con numerosas interrupciones por parte de las personas que se encontraban en las pajareras, y que reclama un Ayuntamiento laico.

Presidentes de cofradías, representantes políticos del Partido Popular y C's, miembros de la Iglesia Católica, así como representantes de distintos cabildos de cofradías de la Región y cientos de murcianos se dieron cita para mostrar su unión ante lo que consideran «un ataque a sus creencias». Con el sonido de los tradicionales tambores de la Semana Santa murciana, los gritos de apoyo y los vivas, poco a poco la puerta del Ayuntamiento fue llenándose de gente en contra de la moción, la cual, tras un difícil debate -debido a las interrupciones y los gritos del público- no fue aprobada, gracias a los votos en contra del PP, PSOE y C´s; mientras que Ahora Murcia se abstuvo.

El rezo de un Padre Nuestro y un Ave María dio paso a un aplauso cerrado en la Glorieta, mientras en el Salón de Plenos del Ayuntamiento continuaba la sesión. La presencia de público en las pajareras anunciaba que el debate de la moción de Cambiemos Murcia, defendida por el edil Sergio Ramos, estaba próximo. Banderas de España Católica, así como de la Semana Santa de varias localidades murcianas fueron decorando el Pleno, primer hecho que enfrentó a asistentes y políticos, pero que quedó en nada. «¡Retira la moción!» y gritos de desaprobación fue lo que el concejal de Cambiemos tuvo que oír mientras intentaba explicar su moción.

Para ello, tuvo que elevar en varias ocasiones la voz e, incluso, el alcalde de Murcia, José Ballesta, advirtió a los presentes de que si no guardaban silencio deberían desalojar el Salón de Plenos. Ramos quiso dejar claro que su partido «no tiene ninguna intención de perjudicar y prohibir la Semana Santa», comentario que levantó a los asistentes, quienes no pararon de pitarle y abuchearle.

Asimismo, aseguró que el objetivo de su moción era «intentar abrir un debate sereno sobre hasta qué punto el Ayuntamiento está respetando la aconfesionalidad que marcan las leyes». «Defendemos la libertad religiosa y respetamos al máximo todas las confesiones», añadió. La tensión fue tal antes estas palabras que el portavoz del PSOE, José Ignacio Gras, tuvo que alzar la voz y solicitar respeto para «poder expresarnos». Por su parte, el concejal de Cultura, Jesús Pacheco, acusó a Ramos de pretender «limitar los derechos fundamentales de los ciudadanos» porque «el hecho religioso y su libre ejercicio está protegido por nuestro ordenamiento jurídico: la laicidad militante es inconstitucional». «Vivimos en un estado aconfesional, que no tiene una religión oficial pero respeta todas, y quien no lo entiende no es por cuestión de fe, sino de mala fe», añadió. Asimismo, aseguró durante su intervención que «el laicismo militante pretende imponer sus ideas y restringir la libertad de las personas, pretendiendo imponer su credo. Quiere ahogar cualquier religión, en especial la católica».

Fue tras estas palabras cuando el público de las pajareras aplaudió de manera activa en un Salón de Plenos lleno hasta la bandera, donde también se pudo ver al diputado Teodoro García; la consejera de Cultura y Portavocía, Noelia Arroyo; el portavoz del Grupo Parlamentario Popular, Víctor Martínez; los diputados de la Asamblea Regional Marcos Ortuño, Patricia Fernández y Fernando López Miras, así como directores generales de la Comunidad y otros cargos públicos del PP.

Por su parte, la edil del PSOE Begoña García Retegui apeló a «la concordia, la humanidad y el respeto», a la vez que destacó que la moción «tiene buena intención, pero ha sido inoportuna y se ha creado un conflicto artificial inexistente». El edil de C´s Carlos Peñafiel afirmó «ustedes han encabezado muchas manifestaciones en esta ciudad y ahora son motivo de una de ellas». Alicia Morales, de Ahora Murcia, coincidió en lo inoportuna de la moción, «la cual está mal planteada», por lo que presentó una moción alternativa, que fue rechazada con los votos en contra de PP y C´s.