El Colegio de Abogados de Murcia celebró ayer un solemne y emotivo acto para distinguir a las personas que han contribuido de forma significativa con la profesión, así como a los colegiados que han cumplido sus 25 y 50 años de colegiación. El primero en subir al estrado fue Ricardo Martínez-Moya (d), único abogado que ha cumplido sus bodas de oro de vinculación con la institución.