«Espero que la predisposición para negociar ahora sea buena, porque esto es una tregua. De las dos partes. Para ponernos a negociar. Pero, si no negocian, dentro de dos meses tendrán el mismo problema, pero alargado».

Así se expresaba ayer Antonio Valverde, delegado sindical del SIME, horas después de que los Bomberos de Murcia decidiesen en asamblea y por unanimidad poner fin a la huelga que desde el 1 de enero mantenían. Un paro que, sin embargo, no llegó a afectar a los ciudadanos.

La decisión de dejar de estar en huelga llegaba después de que el concejal de Administración, José Guillén, se pusiese en contacto con este Cuerpo y se comprometiese a suspender durante dos meses el decreto que les obligaba a modificar los turnos y los equipos de trabajo que hasta ahora tenían.

«Se han portado bien», decía ayer Antonio Valverde a LA OPINIÓN, sobre los responsables municipales, a lo que añadía que de momento, lo que nos han ofrecido es un avance importante».

El delegado sindical remarcaba que ahora comienza una negociación, en la que plantearán sus problemas. Subrayó que la decisión de poner fin al paro, que en su origen nació con carácter indefinido, se tomó por unanimidad en la asamblea, celebrada en el Parque Infante. «Todo el mundo lo ha entendido», manifestó. «Nos pusimos en huelga porque se negaban a negociar, y nos habían cambiado los equipos de trabajo», destacó Valverde, al tiempo que relató que los representantes de los Bomberos no han llegado a hablar con el alcalde, José Ballesta, pese a que una de sus reivindicaciones durante esta movilización había sido que les recibiese.

Desde el Consistorio se han comprometido a convocar «cuanto antes» las 30 plazas para bomberos incluidas en la oferta de empleo público para este año.