A falta de unas horas para el sorteo de Navidad, ¿han notado ustedes un incremento en las ganas de jugar de los murcianos? ¿Se nota más alegría?

Claro que sí, tenemos un incremento en ventas de más del 12% con respecto al año pasado. Y por supuesto que percibimos mucha más alegría. Ha sido determinante durante todo el año la figura de un auténtico comercial externo, encargado de cerrar visitas con nuestros nuevos clientes y contratar ventas. Hoy en día, La Envidiosa es una de las administraciones de lotería más importantes y más apreciadas de España.

¿Qué le piden más, números concretos o que sean ustedes mano inocente a la hora de elegir un número?

Hay de todo, pero aquí la gente pide el numero concreto, sobre todo la terminación.

¿Se está perdiendo la gente el miedo a comprar lotería por internet?

Totalmente, este año ha sido el mejor de nuestro canal de venta online.

¿Es una lotera supersticiosa? ¿Tiene algún ritual para el día del sorteo?

Creo que todos los números son bonitos, todos están en el bombo y por supuesto que tengo mis preferidos. En nuestra administración el ritual consiste en que el día 22 todo el personal toma chocolate con churros antes de que empiece el sorteo y, a continuación, nos conectamos al sorteo con las pantallas corporativas de Loterías y Apuestas del Estado y también con la radio para seguir el sorteo.

¿Qué consejos da a quienes comparten décimos?

Que los firmen, fotocopien y, si hay premio, que lo compartan de verdad, que lo hagan bien.

¿Cree que las máquinas que dispensan números 'a la carta' hacen que se pierda algo de magia o, por el contrario, aumentan las opciones de que se reparta un número?

Todo favorece a la venta y a muchas personas les gusta poder elegir el número de sus sueños.

¿Es cierto que cuando una lotera da un premio su alegría es similar a la de quienes lo ganan?

Por supuesto que sí, la alegría es inmensa, un gran orgullo ser artífice de la felicidad para los demás.

¿Juega usted?

Claro que sí.

Un deseo para el día del sorteo...

Tener la satisfacción, la magia de repartir premios en La Envidiosa después del gran trabajo que hemos realizado y poder ver las caras de alegría de nuestros clientes.