Qué ha hecho el nuevo alcalde de Murcia, José Ballesta, al llegar esta mañana, sobre las nueve, a la Glorieta y al que va a ser su despacho en los próximos cuatro años.

Pues como cualquier persona que llega a una casa por primera vez. Abrir la ventana y asomarse a ver el paisaje que se observa desde ese emplazamiento. Y eso ha hecho el regidor. Ha llegado con su cartera (dice que todavía no le ha dado tiempo a llevarse al despacho cosas personales) y ha abierto la ventana para contemplar el río y la Glorieta desde ese balcón de la Casa Consistorial.

Luego ha bromeado con los periodistas sobre las vistas de algún que otro despacho del edificio Moneo desde el que se ve la plaza de Belluga y el Imafronte de la Catedral.

También ha asegurado que no va a cambiar el mobiliario del despacho porque todo estaba en muy buenas condiciones. "Está perfecto", ha apostillado. Teniendo en cuenta que el anterior alcalde, Miguel Ángel Cámara, también del PP, ha estado 20 años con el bastón de mando, las afirmaciones de Ballesta suenan a piropo.

Además de recorrer el edificio del viejo ayuntamiento, saludar a funcionarios y celebrar la primera junta de portavoces, el nuevo regidor murciano ha tenido un momento para atender a los periodistas que estaban en la antesala de su despacho.

Ballesta ha dicho que para hablar con los plumillas va a seguir un método que ya tiene testado. "Creo que voy a recurrir a la bandera del Real Madrid, que compré en un bar de carretera, que tiene una especie de hucha. Así, el que quiera hablar conmigo, si no es de este equipo, tendrá que echar una moneda", ha explicado.

Está claro cuáles son los colores del nuevo alcalde.