El presidente de la Junta de Hacendados de la Huerta de Murcia durante más de una década, Sigifredo Hernández, anunció ayer por sorpresa su intención de retirarse el próximo año, cuando cumpla los 80.

«No me voy a presentar más a presidente de la Junta, porque el año que viene cumplo 80 años y siempre ha dicho que a esa edad no se debe estar en ningún sitio». Así lo expresó ayer, durante una movida reunión de la Junta de Hacendados en la que se debatió sobre el entubamiento de la acequia de Benetúcer, a su paso por la pedanía de Llano de Brujas.

La presidencia de este organismo centenario, que rige sobre todo lo que ocurre en la huerta de Murcia, ha estado salpicada de momentos polémicos en los últimos años, que culminaron con su condena el año pasado por los daños en el molino de Oliver en Aljucer. El juez entonces consideró que había cometido un delito imprudente contra el patrimonio histórico por el derribo del molino en 2008. Se le condenó a pagar una multa de 900 euros y una indemnización de 3.000 euros a la consejería de Cultura, que rehabilitó el escudo declarado Bien de Interés Cultural (BIC).

Hernández siempre ha dicho que La Junta toma decisiones que se consideran que benefician a la huerta, pero lo cierto es que tiene en frente a los integrantes de Huermur, que no opina lo mismo sobre las actuaciones que desde este organismo se llevan a cabo.

De hecho, cuando anunció su retirada, miembros de esta asociación presentes en la Junta de ayer le hicieron saber que «se tenía que haberse marchado mucho antes».