El río Segura, a su paso por la ciudad de Murcia, ha conseguido recuperar el cauce que tenía hace 55 años, cuando se construyó el encauzamiento urbano, tras las obras de dragado efectuadas por la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) y que han concluído un par de semanas antes de lo previsto.

El director técnico de la obra, Juan Antonio Cánovas, explicó que «estamos muy contentos por el desarrollo de los trabajos», indicando que «hoy en día hace falta cuatro veces más de caudal que antes del dragado para que se inunden las motas del tramo urbano del río», en el caso de que se produzcan inundaciones.

Antes de las obras, el cauce podía asumir un caudal de 10 metros cúbicos por segundo. Ahora el caudal puede alcanzar los 40 m3/segundo. Además, para que el río toque el tablero de los puentes tiene que llevar un 50% más de caudal.

«Para nosotros es una actuación magnífica porque incrementa mucho la seguridad de los ciudadanos en el tramo urbano del Segura al recuperar la capacidad íntegra de desagüe de este tramo», insistió Cánovas, si bien reconoció que «dragar un río es complicado y teníamos cierto respeto, pero todo se ha desarrollado sin complicaciones».

El proyecto de Recuperación Ambiental del Río Segura a su paso por la ciudad, iniciado en marzo de 2014, con un presupuesto de 4,2 millones de euros, contemplaba la extracción de lodos en casi 2,5 kilómetros en su tramo urbano. Al final, se han sacado 150.000 toneladas de sedimentos, que ocupaban un metro de espesor.

«La próxima semana llevaremos a cabo una batrimetría general en la zona dragada por si las últimas lluvias han aportado sedimentos, sobre todo en las zonas donde estábamos trabajando en ese momento y los diques estaban construídos», explicó el ingeniero.

Pese a todo, añadió, de haberse producido, no sería por más de 5 ó 10 centímetros y en ese caso se volvería a dragar esas zonas.

Soto de San Antón

A partir de ahora, la Confederación Hidrográfica del Segura va a trabajar en la recuperación del soto de San Antón, el más grande de todos los sotos y donde han estado depositando los lodos extraídos del cauce.

«Emparejaremos y compactaremos las tierras, haremos los caminos que recorren el soto y prepararemos las cunetas para que el agua corra», informó el ingeniero, añadiendo que también se plantarán en zonas concretas árboles de especies autóctonas y otro tipo de vegetación. «Tendremos en cuenta antes de plantar los vientos reinantes, las zonas de sol, el nivel freático, etc. », dijo Cánovas. Estos trabajos se prolongarán hasta el verano.

El director técnico comentó que no pasará mucho tiempo para que vuelva a crecer el cañaveral y la flora propia de la ribera del río, en ambos márgenes del Segura a su paso por la ciudad, pues este tipo de especies suelen crecer a razón de 4 centímetros al día.