Como si de una broma sin gracia se tratase y sólo cinco días después de causar la alarma y tener que desalojar la Ciudad de la Justicia por un paquete sospechoso colocado en la puerta principal del edificio, otro fardo de las mismas características puso ayer en jaque a la Policía e hizo que un grupo de Técnicos de Desactivación en Explosivos del Cuerpo Nacional de Policía (Tedax) tuviera que explosionar el paquete, que sólo contenía, al igual que sucedió el lunes, piedras, restos de tela, en lo que parecía ser una bandera, así como cabezas de pollos.

Además, pese a que al ser sábado había poca actividad, la zona tuvo que ser acordonada durante más de dos horas y media, impidiéndose la circulación de vehículos, ya que aunque el edificio se encontraba cerrado al público y sin presencia de público como suele ocurrir en día laborable, algunos funcionarios podrían acudir por las tareas propias del turno de guardia.

Pese a que el lunes la amenaza terrorista de los yihadistas flotaba en el ambiente, y el hecho de que cientos de personas transitasen por la zona, hizo que la colocación del paquete causase una gran alarma, ayer el miedo fue menor, aunque las fuerzas de seguridad actuaron con la misma contundencia.

Sobre las ocho de la mañana, un guardia de seguridad dio aviso de que un paquete, muy bien hecho, de color azul y rodeado con un hilo blanco se encontraba en la puerta de los juzgados, el agente llamó entonces a la Policía, que decidió acordonar la zona, en la que sólo estaba abierto el bar de enfrente, y se puso en marcha el protocolo para casos de paquetes sospechosos. Policías acompañados de perros rastrearon también la zona y al final se decidió llevar a cabo una explosión controlada. Una vez detonado, se comprobó que el paquete sólo contenía piedras, trozos de tela, al parecer formando una bandera, así como varias cabezas de pollos pequeños.

Agentes de la Policía Científica recogieron huellas y pruebas que puedan llevar a la detención de quien haya colocado estos paquetes. Los investigadores intentan obtener alguna imagen de las cámaras de seguridad más cercanas para desenmascarar al autor de los fardos y actuar con todo el peso de la ley .