Más de medio centenar de miembros de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) ocuparon durante hora, la sucursal del BBVA en la avenida de la Libertad de Murcia para pedir la dación en pago de las viviendas de quince familias sin recursos, de distintos municipios de la Región de Murcia.

Los manifestantes llegaron a la oficina bancaria alrededor de las diez de la mañana y estuvieron hasta el cierre de la misma, a las 14.30 horas, intentando ponerse en contacto con algún responsable de la entidad para realizar sus reivindicaciones.

Al no obtener la respuesta que esperaban por parte del BBVA, decidieron quedarse en el interior de la sucursal cuando se produjo el cierre de puertas y allí permanecieron encerrados toda la tarde, a la espera de que la Policía Nacional recibiera la orden judicial para desalojarlos.

Sobre las 23.15 de la noche de este miércoles, Joaquín Sánchez informó a LA OPINIÓN de que comenzaba el desalojo pacífico de la entidad.

Pese a pactar que abandonarían la sucursal de forma pacífica, hubo algunas escenas de tensión. Varias personas fueron arrastradas por los agentes de Policía Nacional, ya que se negaban a dejar la acción.

Entre ellos se encontraban habituales activistas de la PAH como el sacerdote Joaquín Sánchez. Una vez que se encerraron, no se permitió introducir comida ni bebida en la oficina. Había un diabético entre los encerrados.

Según declaró la portavoz de esta plataforma, Miriam Pintado, estas familias, todas con hijos pequeños a su cargo y con todos sus miembros en paro, llevan solicitando a esta entidad hace meses la dación en pago de sus viviendas, en algunos casos, y la condonación de la deuda después de que el banco subaste su casa.

Este es el caso de Inmaculada Munuera, de 36 años y vecina de Aljucer, quien dice que se enfrenta al desahucio de su vivienda, donde vive con su marido y sus dos hijos de 9 y 10 años, tras quedarse el matrimonio sin trabajo hace dos años y no tener ningún tipo de ingresos para pagar la hipoteca.

Inmaculada tuvo que llevarse a su madre, de 88 años, a vivir con ella, ya que de la pensión de 600 euros de ésta vive toda la familia. «Mi madre también tiene una hipoteca en su casa y no puede pagar la suya y la mía, la luz y el agua, y darnos de comer a todos», señaló esta vecina de Aljucer.

Fuentes de la PAH indicaron que todas las familias que ocuparon el banco no tienen ninguna posibilidad de pagar las hipotecas de sus casas y que, solo en algunos casos, podrían hacer frente al pago de un alquiler social de unos 50 euros al mes, pero «el BBVA no quiere negociar nada».

Fuentes del BBVA señalaron a esta Redacción que la entidad bancaria «no deja a ninguna familia en la calle» y, aunque no conocían los casos concretos que denunciaba la PAH en la Región de Murcia, insistieron en que la política del banco no pasa desahuciar a personas.

Asimismo, y en contra de lo que aseguraban ayer los portavoces de la PAH, desde el BBVA se niega que sus responsables eviten hablar con ellos cuando acuden a sus oficinas para estos asuntos.