Especialistas del hospital Mesa del Castillo han creado un método para detectar el ´síndrome del emperador´ en niños y adolescentes desde las escuelas al considerar que la violencia doméstica de hijos a padres «se ha multiplicado en los últimos años en la Región de Murcia».

Por ello, José Antonio Rabadán, profesor de la Universidad de Murcia y miembro de la Unidad de Salud Mental Infantil y Juvenil de Mesa del Castillo, y Ana María Giménez, de la propia universidad, presentaron dicho método, que se basa en una tabla de comportamientos y que permite a los docentes detectar síntomas de este síndrome en niños y adolescentes.

Según Rabadán, «el síndrome del emperador supone la violencia de hijos a padres debido a una ausencia de conciencia y un comportamiento dirigido al abuso, extorsión, manipulación, control y explotación del otro».

El niño emperador, explicó Rabadán, «intenta subordinar a sus padres a través de mandatos y amenazas físicas o emocionales». Además, advirtió que «la ausencia de conciencia de estos niños impide su capacidad de relación emocional con los demás, por lo que son incapaces de pensar en la maldad de sus acciones».

La dictadura del menor

Los niños denominados ´tiranos´ y ´dictadores´ son aquellos que habiéndose convertido en reyes supremos del hogar maltratan y vejan a sus padres. Esta problemática, indicó este experto, «está peligrosamente aumentando en los hogares aunque muchos progenitores lo sigan ocultando para evitar ser perfilados como malos padres».

Con el método de reciente creación, los profesores pueden tener un rol protagonista para la detección del problema desde las escuelas. Rabadán y Giménez presentaron una tabla observacional de determinadas conductas que ofrece conclusiones sobre posibles casos de síndrome del emperador.

A nivel práctico, el docente contará con una tabla donde podrá documentar el comportamiento de sus alumnos en aspectos que van desde el comportamiento social hasta su rendimiento o concentración. Si la puntuación final indica que el niño o adolescente observado presenta síndrome del emperador, el docente podrá derivarlo a los servicios competentes, que actuarán en consecuencia.

La detección precoz del síndrome del emperador permite evitar la agresión y la posible denuncia. Y es que, destacó Rabadán, «si modificamos las conductas precozmente podemos controlarlas con la instauración de normas y nuevos patrones educativos a la vez que con terapia cognitiva conductual».

«Se trabaja con el niño y con la familia, pues el problema es de todos, realizando una intervención psicoeducativa», afirmó, para después subrayar que para llegar a una solución, «todos deben realizar un cambio de conducta en la dinámica familiar».