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De los 2.992 aspirantes que se presentaron el pasado 21 de julio a las oposiciones para auxiliar de Biblioteca, sólo 50 han superado el examen, de los cuales 19 obtendrán una plaza. Los opositores denuncian irregularidades en el proceso y se muestran críticos con el hecho de que familiares directos del jefe de la Red Municipal de Bibliotecas de Murcia, Pedro Antonio Jiménez, así como allegados a trabajadores de la concejalía de Educación, ocupen los primeros puestos de la lista de aprobados, que se publicó ayer en la página del Ayuntamiento.

Como se puede ver en el listado público, Pedro Jiménez Ramirez y Mario Jiménez Ramirez, ambos hijos del jefe, como pudo saber este periódico, han obtenido un 10 y un 9,5 respectivamente en el test, ocupando el primer y el tercer puesto de la lista.

Las fuentes con las que tuvo contacto esta Redacción informaron además de que muchos de los aprobados estaban trabajando anteriormente en bibliotecas del municipio con un contrato de colaboración social, como era el caso de uno de los hijos de Jiménez.

También estaba trabajando Inés Robles Milanés, que -informan- se ha quedado segunda en la oposición con un 9,62 y que es hija de Ana Milanés, responsable del Área de Gestión de la Red de Bibliotecas.

Se ha sabido, además, que hay al menos dos aprobados que prestaban sus servicios en la Biblioteca Río Segura, cuya responsable era miembro del tribunal evaluador. Marita, tal y como se le conoce, según fuentes municipales, es persona de confianza del jefe de bibliotecas.

Estas fuentes critican que durante el examen hubo anomalías que no garantizan la igualdad de oportunidades. Entre ellas, que la cabecera del folio, donde se escribe el nombre y el DNI de los examinados, no se cortara delante de los opositores, como suele hacerse en estos procesos para garantizar el anonimato. Debido al aluvión de candidatos que se presentaron a la oposición (finalmente quedaron 2.992 aspirantes, aunque se presentaron 3.534 solicitudes), se tuvieron que habilitar varias aulas para que todos pudieran hacer la prueba de forma simultánea. Las mismas fuentes denuncian que los criterios a seguir fueron diferentes en cada clase.

Así, en un aula permitían escribir las respuestas de la parte práctica del examen, una prueba de ordenación de notaciones CDU, en el mismo folio donde se presentaban las preguntas, mientras que en otras se pedía que lo escribieran por detrás, lo que hizo que acabaran el ejercicio después. Además, se expone que en alguna de estas clases se pidió que se anotara el nombre en la parte de arriba del folio que contenía la prueba práctica.

La concejala de Personal, Nuria Fuentes, tuvo conocimiento de la identidad de las personas que aparecen en la lista de aprobados a través de esta Redacción y se mostró sorprendida y contundente. La edil aseguró que el proceso va a quedar paralizado hasta que se esclarezcan los hechos y prometió que estaba dispuesta a llegar hasta el final, aunque eso conlleve que «rueden cabezas» o que se anule la oposición.

Fuentes quiso tranquilizar a los opositores porque «se van a depurar responsabilidades». Además, añadió que va a abrir un expediente informativo al jefe de Bibliotecas para saber si participó o no en la elaboración del examen y esclarecer su relación con el tribunal.

Para efectuar alegaciones, se ha abierto un plazo de diez hábiles desde el día siguiente a la publicación.

El grupo socialista de la Glorieta dijo ayer a través del concejal José Zapata que está recibiendo muchas quejas por parte de los aspirantes a Auxiliar de Biblioteca y lamenta que la concejal de Personal, Nuria Fuentes, no haga nada ante las reclamaciones vertidas por los opositores y por el partido socialista, que «el pasado viernes pidió a la responsable de Personal que convocara una comisión informativa para esclarecer todo este asunto, pero hasta el momento no ha hecho nada», según aseguran en un comunicado.

Por su parte, María Jose Baños, miembro de Index (Asociación de Profesionales de la Información y Documentación de la Región) mostró también su descontento y afirma venir denunciando las irregularidades con los contratos de bibliotecas desde hace tiempo, porque «hacen contratos de colaboración social a largo plazo sin poder hacerlo». Además, recuerda que las oposiciones a Auxiliar de Bibliotecas se hacen después de que el Tribunal de Cuentas diera un toque de atención al Ayuntamiento, por estar empleando a personal con un contrato de colaboración social, que tiene un carácter temporal, a largo plazo. De este modo, asegura, el Ayuntamiento se vio en la necesidad de pasar de estos contratos, que dependían hasta ahora de una empresa privada, y crear una bolsa de empleo a través de las oposiciones realizadas el pasado mes, que, denuncia Baños, «pedía requisitos muy bajos a los aspirantes».

Los sindicatos CC OO y SIME presentaron también ayer una denuncia en el Ayuntamiento para pedir explicaciones a la concejala Fuentes por las numerosas reclamaciones que están recibiendo.

Este periódico se puso en contacto con Pedro Antonio Jiménez, jefe de la Red Municipal de Bibliotecas y padre de los dos opositores que han quedado en el primer y el tercer puesto de la lista de aprobados para auxiliar de Biblioteca, quien afirmó que «no me extraña que hayan obtenido una buena calificación porque iban muy preparados». Jiménez aseguró que él mismo, que cuenta con una extendida experiencia en el ámbito de la biblioteconomía, se había encargado de prepararlos y que «después del examen se trajeron las preguntas a casa y comprobamos que les había salido muy bien». Cuando se le expusieron a Jiménez las quejas recibidas por la posible influencia que haya podido tener él en el proceso celebrado, en el que sus hijos obtienen una buena posición, dijo que «no hay ninguna ley por la que los hijos de funcionarios no puedan presentarse a oposiciones».