¿Qué haría usted si un día cualquiera, mientras se encuentra en su puesto de trabajo, le dicen que le ha tocado el premio Gordo de la Lotería Nacional? Sí, sí: 7.800.000 euros a repartir entre usted y sus compañeros de trabajo. ¿Abandonaría su puesto y se daría al alcohol hasta perder el conocimiento o continuaría trabajando hasta la hora de cierre, pero con una sensación de paz interior que para él la quisiera el Dalai Lama?

A este maravilloso dilema tuvieron que enfrentarse ayer muchos de los trabajadores de la Hermandad Farmacéutica del Mediterráneo (Hefame), agraciados con los casi ocho millones de euros del gordo de la Lotería Nacional, que correspondió al número 72 296, y el premio especial del sorteo.

De los 400 empleados que integran la plantilla de la empresa, ubicada en Santomera, el premio recayó en los 160 afortunados que integran el Grupo de Empresa de Empleados Hefame, entre los que se encuentran mozos de almacén, repartidores, dependientes, administrativos, conductores, secretarias, personal de mantenimiento, jefes de sección y farmacéuticos, entre otros perfiles laborales.

Después de descontar el 20% del premio que se lleva Hacienda, cada trabajador recibirá unos 39.000 euros libres de impuestos, según las primeras estimaciones realizadas. Así, se repartirán «de forma equitativa» el premio especial de tres millones de euros y los 60.000 euros por décimo de las ocho series vendidas (lo que supone un total de 80 décimos). Las otras 20 series no fueron adquiridas por nadie.

El Grupo de Empresa de Empleados Hefame lleva 25 años jugando a la lotería y un total de siete abonados a este número que les ha dado una de las mayores alegrías de sus vidas. «Todos los meses pagamos una cuota y, con ella, compramos la lotería y organizamos viajes y actividades», explicó Virginia Llamas, vocal del Grupo.

Los jefes de la compañía, que no forman parte de la peña de empleados y, por lo tanto, se quedaron sin premio, recibieron la noticia por boca de los propios trabajadores. «¡Jefe, que nos ha tocado el Gordo! Si, es una alegría inmensa y me he dicho, ´voy a llamar a mi jefazo para que lo sepa´. Esto hay que celebrarlo», le dijo por teléfono la administrativa Marian Montesinos al presidente de la cooperativa Hefame, Carlos Cove, quien, a su vez, mostró su satisfacción de que «el premio le haya tocado a los trabajadores» y estuviera «tan repartido».

De hecho, según declaró Cove a LA OPINIÓN, ayer se sentía tan contento «como si me hubiera tocado a mí» y llamó a su plantilla a celebrar un encuentro el lunes, para poder darles la enhorabuena personalmente.

La Administración del Puente

La vendedora de lotería Conchi Toledo, empleada de la Administración Número 5 de la Plaza Camachos de Murcia (conocida como ´la del Puente´ y abierta desde 1921), fue ayer la responsable de comunicar la noticia a los afortunados.

«Conchi me ha llamado esta mañana y cuando me ha dicho que nos había tocado el primer premio me he puesto a temblar. ´¿Es una broma?´, le he preguntado. Cuando, además, me ha dicho que nos habían tocado los tres millones del premio especial, no me lo creía», manifestó José Antonio Carrillo, tesorero del Grupo. Mari Ángeles Cánovas, compañera de Conchi en la Administración del Puente, fue la primera en buscar el champán para celebrar la noticia. «En 2001 ya repartimos el Gordo de Navidad entre los trabajadores de la empresa textil Artemur. Con el premio de Hefame estamos también muy contentas, porque está muy repartido», señaló la vendedora, quien añadió que «a ver si tienen un detalle con nosotras, aunque, si no es así, no pasa nada, porque lo importante es haber dado el premio».

Después de la primera botella que se descorchó en la Administración de Murcia, el champán no cesó de correr entre los empleados de Hefame, que lo celebraron primero en la empresa y, posteriormente, con sus respectivas familias.