El sábado iba a ser especial para Actitudes Tendenciosas, nombre con el que se conoce en el mundo bloguero a la publicitaria y periodista Leticia Varó Franco. Un encuentro agradable con varios actores, que ella misma relata: «Es sábado. Estás contenta, Actitudes Tendenciosas. Te arreglas porque has quedado (y, además, estrenas botas Oxford, ¡bien!). Vas a cenar a uno de tus sitios favoritos y a dar una vuelta.

Pero nunca nunca hubieses imaginado que ibas a acabar haciéndote una foto con ellos. El caso es que íbamos por la calle Correos, minutos antes de la una de la mañana, caminando después de tomar un gin... y me parece ver a Fernando Cayo. Uhmm no puede ser. Un segundo después, Ariadna Gil. ¡Vale! Este fin de semana se representaba en el Teatro Romea de Murcia Los hijos de Kennedy, ahora encaja todo.

Detrás de ellos, Viggo Mortensen (actual pareja de Ariadna Gil). ¡No me lo puedo creer! Ok, damos media vuelta y nos vamos detrás de ellos. Sí, lo sé, arranque de locura. Pero es que no estoy acostumbrada a verlos por Murcia y claro... Entran al hotel Rincón de Pepe y ahí, en el solitario hall, suelto: «Perdonad que os moleste, sé que nos vais a matar pero...¿os importa hacernos una foto? Perdón, quiero decir ¡¿haceros una foto con nosotras?!». Respuesta unánime: un sonriente «claro». Pero, necesitábamos fotógrafo. No había nadie. El recepcionista estaba atendiendo a un chico de sudadera naranja. Muy bien, pues a él se lo vamos a decir, que está pidiendo las llaves. Se gira y es el actor Álex García (pero yo le digo...anda si tú eres Alfonso de Amar en tiempos revueltos). Todo sucede rápido.

Se adelanta Maribel Verdú (decidida y alegre), que se ofrece a inmortalizarnos. Mientras, Emma Suárez y Ariadna Gil se van metiendo en el ascensor (con el dedo puesto en el botón para que no se cierre la puerta, eso sí). Momento foto. Qué majetes fueron. Y ahí nos ves, a mi amiga Teresa y a mí, emocionadas por tan feliz encuentro.

Mi amiga Sara estaba a unos pocos metros ojiplática ante tal escena y mi marido Antonio esperándonos con otros amigos en un bar a 300 metros del hotel. Cuando salí, le mandé un Whatsapp: 'Llegamos enseguida, nos hemos encontrado a Viggo Mortensen en la calle Correos?'».