Una de las propuestas que se ha puesto encima de la mesa para captar fondos para el Museo Ramón Gaya es la celebración, en las instalaciones de la plaza de Santa Catalina, de bodas civiles, que hasta ahora se lleven a cabo únicamente en el salon de plenos de la Casa Consistorial de La Glorieta. Sin embargo, esta idea no prosperó en la reunión del patronato Museo Ramón Gaya, que tuvo lugar ayer, porque esta instalación no reúne las condiciones para ese tipo de eventos. El Gaya quería hacer bodas en el Museo, inspirándose en el Thyssen, en Madrid, que alquila parte de sus salas para cenas privadas o en la Duquesa de Alba, que ha anunciado que alquila el Palacio de Liria.