Un mes después de haberse estrenado la línea 1 del tranvía –se cumple mañana martes–, sus usuarios reclaman, ante todo, que haya un único bono para utilizar indistintamente este medio de transporte y el autobús. De hecho, esto hace que sean muchas las personas que no hayan obtenido todavía el carnet que les garantiza el descuento a la espera de que sea válido para ambos medios de transporte.

Así se desprende de las sugerencias que se han ido planteando desde finales de marzo, antes incluso de que se pusiera en marcha la línea que llega a los dos campus universitarios de Espinardo y Los Jerónimos y a los centros comerciales de la zona norte y el estado de fútbol Nueva Condomina.

En tres meses se han dirigido más de 1.100 sugerencias, quejas y, sobre todo, consultas relacionadas con el servicio –horarios, tipos de billetes y bonos que se pueden utilizar...–, que se han recogido por teléfono, a través de la página web y por las redes sociales Facebook y Twitter.

Un centenar de estos contactos por parte de ciudadanos y usuarios del tranvía son sugerencias y la mayoría de ellas correspondían a la petición de que se alcance la integración del autobús y el tranvía, algo en lo que el Ayuntamiento lleva tiempo trabajando, pero que sigue sin ser una realidad.

«Estamos pendientes de ese paso que se recoge en el Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) de Murcia para poder ofrecer el bono que sirva para ambos medios de transporte público y que tienen que ser complementarios», indica el director general de la empresa concesionaria Tranvía de Murcia (TDM), Severiano Arias.

Otras sugerencias tienen que ver con la petición de poder subir animales al tranvía y de ampliar los horarios las noches de fin de semana , cuestiones que o bien se contemplan, en el primer caso, y se dejan aparcadas mientras no haya una demanda mayor, en el segundo.

Malestar

Por otra parte, se han registrado quejas por distintos motivos y uno de ellos es la imposición de multas por subir al tranvía sin haber pagado el correspondiente billete o bono o incluso por utilizar un billete urbano –cuesta un euro– para hacer trayectos interurbanos –su precio es de 1,35 euros–, especialmente para acudir a los centros comerciales de la zona norte del municipio.

«Hay quienes se quejan de la firmeza de los inspectores, pero es su tarea y tiene que ser así, pues, aunque la mayoría de los viajeros pagan religiosamente, algunos no lo hacen y esto supone una falta de respeto hacia el resto», comenta Arias.

Cabe recordar que la cuantía de la multa es de 50 euros, que se reduce a la mitad si se abona de inmediato.

También, según cuenta el director general de TDM, algunos usuarios no entienden bien cómo funcionan las máquinas expendedoras de billetes y bonos 10 y aconseja «seguir las instrucciones que se detallan en la pantalla táctil».