La nueva Ley de Ciencia, aprobada el pasado 2 de junio casi por unanimidad en el Congreso, introduce numerosos cambios en el sistema científico español y algunos de los más esperados tienen que ver con la situación laboral de los investigadores. El secretario de Estado de Ciencia, Felipe Pétriz, estuvo ayer en la Universidad de Murcia para explicar los principales cambios que introduce la nueva norma y para participar en una mesa redonda en la que contestó a las preguntas de miembros de la comunidad universitaria.

Entre las cosas más aplaudidas de esta nueva ley es el hecho de que desaparece la figura del becario y se establecen diferentes tipos de contratos para dar cierta estabilidad laboral a los investigadores: primero como contratados predoctorales y después, como posdoctorales. Además, se introduce una nueva figura, que es la del contrato para investigadores distinguidos; o lo que es lo mismo, una figura contractual que permitirá a las universidades y organismos dedicados a la investigación ´fichar´ a científicos de prestigio y poder decidir entre las dos partes las condiciones del contrato. «Esto permitirá a una universidad, como por ejemplo la Universidad de Murcia, contratar al Messi de los investigadores, aunque es posible que el rector Cobacho me diga ¿y con qué dinero?, porque el problema es el dinero ahora, pero al menos el

instrumento está para cuando haya más dinero», explicó Pétriz durante su intervención.

La nueva Ley de Ciencia nace también con la voluntad de incentivar la movilidad de los investigadores entre universidades, organismos públicos de investigación y entidades privadas. La coordinación y el aprovechamiento de los recursos son otros de sus objetivos.