El director general de Bellas Artes, Enrique Ujaldón, y el arqueólogo autor del informe sobre el traslado de los restos arqueológicos de San Esteban, Ángel Iniesta, han defendido hoy la legalidad de sus actuaciones, al declarar como imputados en el Juzgado de Instrucción número Uno de Murcia.

Ujaldón e Iniesta han prestado declaración durante varias horas después de que este caso, que había sido archivado con anterioridad, fuese reabierto hace poco más de un mes por la Audiencia Provincial de Murcia.

Tanto el director general como el técnico han sostenido durante el interrogatorio, que ha estado a cargo del fiscal y de las organizaciones que solicitaron la reapertura del caso, que siempre hicieron lo que creyeron que era mejor para la defensa de este patrimonio histórico.

Este caso fue reabierto al considerar la Audiencia que de los datos contenidos en la causa se desprendía que había indicios de la posible comisión de un delito contra el patrimonio histórico en relación con un delito de prevaricación administrativa.

En un auto muy crítico con la actuación del director general, la Sala, de la que fue ponente el magistrado Juan del Olmo, afirmó que "desde septiembre de 2009 ya se tenía cabal conocimiento de la relevancia e importancia del yacimiento arqueológico, y es precisamente desde ese momento en que parece activarse el interés en concluir cuanto antes la excavación".

El tribunal añadía que por parte de la concesionaria que pretendía construir un aparcamiento en la zona "se redoblaron los esfuerzos de contratación de otras empresas para agilizar la intervención arqueológica".

El auto comentaba igualmente que "lo que resulta especialmente significativo es que ha sido la actuación de los particulares, y no de la Administración autonómica, la que motivó la actuación que desembocó, poco tiempo después, en el reconocimiento por ésta y por un comité de expertos de la existencia de un "bien de interés cultural", que debía ser clasificado como tal". EFE