El Museo Salzillo ha presentado el balance del año 2010, fecha en la que celebraba el 50 aniversario de su apertura. El resultado ha sido más que positivo: 53.706 visitantes pasaron por el lugar entre enero y diciembre, lo que supone un aumento del 39,5% sobre 2009, cuando se recibieron solo 38.490 visitas, e incluso supera la cifra de 48.334 personas de 2008.

Los responsables del museo atribuyen esta subida a «los acontecimientos que se han venido celebrando, como el Año Jubilar de Caravaca de la Cruz, y la respuesta e interés de los murcianos por la remodelación del museo en 2009, que ha conseguido un espacio exclusivo para las exposiciones temporales».

Según un estudio realizado por el museo, priman las visitas de grupos de la tercera edad, asociaciones culturales y estudiantes. Varios de los programas promocionales del centro van dirigidos precisamente hacia estos colectivos.

Por otro lado, fuentes del museo afirman que «también se ha mantenido una estrecha colaboración con la Universidad de Murcia, que ha quedado reflejada en las prácticas de Museología, en las que han participado asimismo licenciadas de Historia e Historia del Arte de la Universidad de Toulouse y de la Complutense de Madrid». Además, el pasado año el Museo Salzillo se acogió al convenio de colaboración que permite a los alumnos de la universidad acceder al mundo laboral con prácticas remuneradas.

Otro de los hechos que destacan desde el museo en su balance anual son las distintas conferencias y exposiciones realizadas, destacando especialmente Campillo en el Museo Salzillo –«una cuidada selección de esculturas de temática religiosa que revelaba toda la delicadeza y maestría del desaparecido artista murciano–, El silencio del arte –«celebrada con motivo del centenario de Ramón Gaya, y compuesta por treinta espléndidos cuadros»– y las recientes Quirós en el Museo Salzillo y Miradas sobre la Cena, del fotógrafo Joaquín Zamora.

Además, en 2010 se habilitó una de las capillas de la iglesia de Jesús para exponer una serie de piezas de belenes particulares que recuerdan al de Salzillo. También se exhibe en el museo desde 2010 una Inmaculada de claras influencias salzillescas.