Dos bomberos han sufrido sendos disparos con una escopeta de perdigones desde un edificio que está situado en las cercanías del parque del Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento (SEIS) del ayuntamiento de Murcia en el barrio Infante don Juan Manuel.

Los dos miembros del Cuerpo no han sufrido heridas de consideración –pequeños moratones, pero este hecho, que ya ha sido comunicado a la Policía, mantiene en alarma y genera una considerable preocupación entre los bomberos.

La primera de las agresiones se produjo en la tarde del jueves, pasadas las cinco de la tarde, justo cuando varios bomberos habían terminado de realizar unas prácticas y estaban recogiendo los vehículos y el diverso material que habían utilizado para llevarlas a cabo.

En ese momento un agente, que estaba en el patio, sintió un impacto en un brazo y comentó que creía que le habían disparado con una escopeta de aire comprimido, algo que se comprobó al instante al ver el balín que le había alcanzado.

El suceso se repitió ayer por la mañana, con las mismas consecuencias, lo que ha motivado que el suboficial de guardia contactase con la concejalía de Personal del Ayuntamiento y el Consistorio ha denunciado el doble incidente ante la Policía Local y el Cuerpo Nacional de Policía, que está investigando el caso para tratar de localizar al autor de estos disparos.

Todo apunta a que los mismos se produjeron desde un edificio situado en la parte trasera del parque de bomberos del Infante, en la zona de las viviendas conocidas como las 507.

Un portavoz sindical de los bomberos aseguró ayer a LA OPINIÓN que «se trata de un hecho lamentable» y añadió que «hace unos meses ya se produjo uno similar, sin que, por suerte, tampoco hubiese que lamentar consecuencias graves».

En todo caso reclamó una actuación «rápida y certera» por parte de las fuerzas de seguridad «para evitar que se repitan situaciones como ésta que pueden derivar en una desgracia».

«Este caso se debe esclarecer cuanto antes y también es preciso adoptar medidas para salvaguardar nuestra seguridad, porque un perdigonazo en un ojo traería consecuencias mucho más serias y eso es lo que hay que impedir a toda costa», señaló el portavoz.