José María Aznar jugaba ayer en casa y quizás por eso muchos esperaban un discurso demoledor contra el Gobierno de Zapatero durante el acto de apertura oficial del curso en la Universidad Católica San Antonio (UCAM), donde fue investido como doctor honoris causa. Y es que en los últimos años el ex presidente se ha especializado en declaraciones y acciones polémicas. Algunas veces sacó el dedo corazón a jóvenes que le increpaban por la guerra de Irak y en otras ocasiones acusó a los socialistas de ser poco menos que aliados de los terroristas. Rodeado de personas ´afines´ como José Luis Mendoza, Ramón Luis Valcárcel y el cardenal Antonio Cañizares, y el obispo Lorca Planes, algunos esperaban ´perlas dialécticas´ del presidente de la Fundación FAES. Pero José María Aznar se contuvo y fue comedido, aunque su discurso, centrado en ETA, fue contundente y estuvo en la línea de lo que el ex inquilino de La Moncloa ha defendido durante su trayectoria política.

Las palabras de Aznar, además, fueron ilusionantes, en el sentido de que el ex presidente considera que ETA «está derrotada histórica y socialmente, la hemos derrotado entre todos». La afirmación sorprende porque, aunque la banda ya no asesina desde hace meses y actualmente está en tregua, nadie ha hablado de su desaparición. Pero es esperanzador que hable así una persona que sabe mucho de cuestiones terroristas y que es en sí mismo una víctima de los etarras. La cuestión ahora está, según el ex presidente, en cómo el Estado debe gestionar esa derrota. «La cuestión está en impedir que ETA escape de su derrota. Lo que los terroristas han pretendido siempre es que aceptemos la legitimidad de sus fines a cambio de que ellos acepten dejar de emplear sus medios (...) Se trata de establecer como idea que la violencia nunca ha estado justificada, que España no la merecía, que nada legitima el terrorismo, que las víctimas son absolutamente inocentes y que los terroristas son absolutamente culpables», afirmó en la lección ´Discurso sobre la nación española´.

Y es que para el flamante doctor honoris causa de la UCAM «la derrota efectiva de ETA será la culminación de nuestro pacto constitucional de 1978 (...) España no puede aceptar soluciones de excepción y no puede darse la impresión de que dos bandos moralmente equivalentes resuelven sus diferencias. El final del terrorismo plantea un único riesgo: que perdamos en la victoria».

Por lo demás, Aznar no mencionó a Zapatero, ni a Rubalcaba, ni a Felipe González. No habló de la crisis económica, ni del agua o los GAL. Un discurso ´light´ para lo que otras veces ha dado de sí el ex presidente. Y tal vez transmitiera esa moderación al presidente de la UCAM, José Luis Mendoza, quien ofreció un discurso con menos contenido religioso que otras veces (aunque, claro, Mendoza siempre es Mendoza). Habló del crecimiento de la Universidad Católica, con 10.500 alumnos este año, y de sus intenciones de crear una red de centros de enseñanza católicos por toda la Región, como ya avanzó LA OPINIÓN, así como de sus planes para abrir delegaciones en en Alemania, Italia y Cuba.

Mendoza aprovechó la presencia de Valcárcel para recordarle su propuesta de abrir en la UCAM un Centro Integrado de Formación Profesional Universitaria. Y aquí fue donde se exaltó un poco. «Todos los países de Europa, y de América Latina, apuestan por la Formación Profesional. Todos menos España. Y es hora de que se haga algo», afirmó. Entre los objetivos de la UCAM están también la implantación de Medicina –«es cuestión de tiempo», dijo la rectora, Josefina García Lozano, quien citó en numerosas ocasiones a José Ortega y Gasset–, conseguir el campus de excelencia como la UMU y la UPCT y aterrizar definitivamente en Cartagena.

Por su parte, el obispo de la Diócesis de Cartagena, José Manuel Lorca Planes, señaló que la investidura de Aznar «es una buena oportunidad de poder significar a una persona que ha tenido una importancia en un momento histórico de nuestra nación».

El doblete popular

Que Aznar despierta más pasiones que cualquier otro político en la Región es un hecho incontestable. Quizás su seguidor más incondicional sea el director general de Emergencias, Luis Gestoso. «Me ha encantado, pero es que a mí siempre me gusta», señaló al final del acto. Junto a Gestoso, otros dirigentes populares como Pedro Antonio Sánchez, Miguel Ángel Cámara, Teresa Moreno y José Gabriel Ruiz, secretario de la consejería de Presidencia, hicieron doblete. El miércoles por la noche estuvieron con Aznar en la cena de Archena y ayer no se perdieron el solemne acto de la UCAM. Otros asistentes fueron el consejero de Educación, Constantino Sotoca; el de Universidades, Salvador Marín; el de Política Social, Joaquín Bascuñana y el de Agricultura y Agua, Antonio Cerdá, y su homólogo de la Comunidad Valenciana, Juan Cotino; el presidente de la Asamblea, Francisco Celdrán; los diputados regionales Juan Carlos Ruiz, Jesús Cano, Diana Asurmendi, José Antonio Ruiz Vivo, Ascensión Carreño, entre otros; y los diputados del Partido Popular en el Congreso Arsenio Pacheco, Alberto Garre, Vicente Martínez-Pujalte y Jaime García-Legaz. No hubo representación del PSOE.

No podía faltar el presidente regional, Ramón Luis Valcárcel, quien destacó que Aznar «es un referente en la España y la Europa de los últimos años, y su política al servicio de todos los españoles, sin discriminación de territorios, constituye un ejemplo a imitar».