Una oposición como la que se celebra mañana obliga al SMS a prever las necesidades que la prueba escrita puede plantear a los aspirantes a funcionario, aunque sus previsiones se han quedado cortas en el aprovisionamiento de lápices. Los opositores que acuden a los exámenes son informados previamente de que deben llevar un lápiz negro del número dos, pero en previsión de que se les olvidara, la propia Administración sanitaria se encargó de comprar miles y miles para repartir. Sin embargo, en el examen para auxiliar administrativo celebrado en octubre el número de olvidadizos fue tan alto que se hizo necesario partirlos por la mitad para que nadie se quedara sin lápiz.