Se ha hablado tanto en los últimos cinco años sobre el parking de San Esteban que el Gobierno municipal ya no dice "ni mu", sobre todo después del hallazgo arqueológico del año: un pedazo de la Murcia andalusí del siglo XIII que ha sorprendido incluso a los propios estudiosos de la historia de Murcia, que consideraban que esta zona de la ciudad, extramuros de la muralla, era sólo pura huerta y almarjales.

A la espera de los informes del equipo de arqueólogos, que se harán públicos el viernes, el alcalde Miguel Ángel Cámara insiste en que nada es descartable. "Tenemos -explica la portavoz del equipo de Gobierno, Nuria Fuentes- las tres posibilidades que hace un año cuando empezaron las obras: que aparezcan restos arqueológicos, que esos restos sean dignos de conservar y no pueda construirse el parking o que se construya respetando los hallazgos".

Ante la evidencia de lo aparecido, han surgido voces a favor de la conservación de este yacimiento en pleno corazón de la ciudad. El PSOE, IU+LV, el Colegio de Arquitectos y los miembros de la Plataforma Antiparking reivindican el estudio, protección y revalorización de estos restos por ser "un precioso regalo de la historia a Murcia".

En el lado contrario, vecinos y comerciantes siguen defendiendo esta infraestructura polémica desde su origen. El presidente de la Asociación de San Miguel, José Vicente Morales, asegura que en la zona están "ansiosos" por disfrutar de su plaza de garaje. Casi 9.000 vecinos solicitaron las 1.320 plazas para residentes del aparcamiento, que tendrá 1.816.

Cinco años después, San Esteban sigue dando de que hablar. Y ahora no hablan los ecologistas ni los jueces que dictaron las 11 sentencias favorables a la legalidad del parking. Ahora los que hablan son nuestros antepasados.