El arquitecto Enrique de Andrés, especializado en restauración y conservación del patrimonio, destacó ayer la escrupulosidad con que está trabajando el equipo de arqueólogos y técnicos contratados y confía en que los murcianos sepan valorar la importancia de lo encontrado en el antiguo jardín de San Esteban. "Esto no es Abú Simbel -uno de los templos más famosos de Egipto- pero es una ciudad tremenda de la que nadie sabía nada, que se pensaba que era un arrabal y se ha descubierto que tiene calles tan grandes como Trapería y Platería", detalló De Andrés, quien indicó que el traslado de los restos a otra ubicación no sería posible ya que la mayoría de estructuras originales son de barro y paja con suelo de yeso. Por su parte, José Manuel Artés afirmó que "vaciar la ciudad para ponerle encima un sombrero no es sostenible" e insistió en la necesidad de proteger y valorar la historia. "Los informes de Cultura deben ser muy claros e inducir a la conservación de estos restos", afirman los arquitectos, que critican el empecinamiento del Gobierno municipal de sacar adelante este proyecto. "No podemos destruir el patrimonio, embalsamarlo para que nadie se queje y volverlo a mostrar como si fuera el mismo".