Llevo 27 años en el vecindario y seguiré tirando la basura en tu puerta aunque os hayáis llevado de aquí el contenedor que hemos tenido toda la vida". Estupefacta se quedó Fina Gómez cuando un residente de otro edificio le soltó dicha parrafada. No era ninguna broma. La comunidad de vecinos -48 familias- del número 15 de la avenida Ciudad de Almería, una de las puertas de entrada a la ciudad por el Barrio del Carmen, lleva dos semanas soportando esta situación, un ejemplo de malos hábitos ciudadanos que ha obligado a los policías locales a escarbar en la basura para dar con los infractores.

Los vecinos que han denunciado este vertedero ilegal en pleno casco urbano consiguieron que hace dos semanas el Ayuntamiento trasladara un contenedor que tenían en su fachada y que, además de afearla, impedía el tránsito de personas con discapacidad por la acera. El Ayuntamiento ha reforzado el servicio de recogida de residuos en la zona instalando nuevos contenedores soterrados en la calle del Cuartel de Artillería y más depósitos en zonas aledañas como el jardín Viudes y el entorno de la autovía. Sin embargo, la decisión del traslado no ha sentado a todos por igual en el barrio, y como si se tratase de una vendetta, parece que hay gente que no está dispuesta a perdonar que se hayan desplazado sus contenedores a 100 metros de donde estaban.

La paciencia de los inquilinos del bloque 15 se agotó el pasado fin de semana cuando, según los vecinos, la montaña de basuras crecía conforme pasaban las horas. Aseguran que las bolsas de inmundicia estuvieron sin recoger durante casi cuatro días, desde el jueves hasta el domingo por la noche. "No es plan de que nos pongamos con cámaras a ver quién tira la basura, sólo exigimos un poco de concienciación", reclama Fina Gómez, quien no es la primera vez que eleva sus quejas a la concejalía de Limpieza Viaria para que mejoren el aspecto de esta avenida que, según los vecinos, se ha convertido en un estercolero sin ningún control. Ellos reclaman más sanciones y limpiezas más frecuentes.

El ingeniero jefe de mantenimiento de Cespa, Antonio Valencia, explicó ayer que se ha reforzado en la zona el número de contenedores y reconoció que el problema ya está solucionado. "Es normal que cuando se cambia un contenedor haya problemas con vecinos que no quieren llevar la basura al nuevo sitio. Nosotros no podemos multar, pero sabemos que la Policía Local está buscando entre los restos de la basura a los que dejan las bolsas en la calle para llamarles la atención o multarles en su caso". Ahora ya sólo falta dar con ellos.