Un viaje a través del barroquismo del siglo XVIII centrado en la vida y obra del escultor murciano Francisco Salzillo es lo que ofrece la exposición 'Salzillo, testigo de un siglo' que inaugura hoy en Murcia el Rey y que tiene como objetivo conmemorar el tercer centenario del nacimiento del artista. La muestra, que podrá visitarse hasta el próximo 31 de julio, está formada por más de 300 obras y cuenta con piezas de pintura, escultura, platería, mobiliario, tejidos, objetos de culto y diversos documentos que han llegado a la ciudad procedentes de varios puntos de España, Portugal, Italia, Alemania y Austria.

Se trata de la primera vez en la historia que se reúnen un centenar de obras de Salzillo, trabajos que compartirán espacio con otros de Bernini, Zurbarán y Nicolás de Bussy, entre otros. Las obras se distribuyen de manera estratégica en tres espacios, el Museo Salzillo, la iglesia de Jesús y la iglesia de San Andrés, tres escenarios emblemáticos conectados entre sí para dar continuidad a una muestra que reúne a los máximos exponentes de la escultura barroca.

Al contar con tres zonas la exposición se ha dividido en tres secciones. La primera de ellas, 'De castillos y leones ceñida', arranca en el propio Museo Salzillo con un retrato de Carlos II realizado por Juan Carreño de Miranda; en ella se hace un recorrido por la Guerra de Sucesión a la Corona de España, el nacimiento del imaginero murciano, la organización del Estado y la integración de Murcia en ese panorama. En esta primera parte el visitante podrá ver mapas espías de la Biblioteca Nacional, el relicario de la Virgen de Elche y el ajuar de la Virgen del Rosario, así como instrumentos de navegación, escritos de Lorca y proyectos para trasvasar agua de otros ríos como el Real Canal de Murcia de 1774 y que no se llegó a realizar.

La segunda sección, 'La sabia imitadora de los dioses', que comienza en las tribunas de la iglesia de Jesús, está dedicada a la formación del escultor y ofrece como primera impresión una visión de la ciudad de Nápoles. El comisario de la muestra, Cristóbal Belda, que dirigió ayer una visita para la prensa, explicó que "es una exposición llena de sorpresas". En este caso concreto, la segunda sección cuenta con un 'presepe' napolitano, un Niño Jesús mostrando el corazón, el tercer Testamento y un salterio de 1750 que pone de relieve la afición musical de Salzillo.

La exposición entra en su recta final en la iglesia de San Andrés con 'Belleza del cuerpo, deleite del alma', donde se ha potenciado el carácter dramático de las obras a través de la iluminación. Sala en cuyo centro se puede observar la imagen de La Cena que será vestida igual que en la procesión de Viernes Santo. Además, la Capilla de la Arrixaca, del siglo XVII, ha sido reconstruida como espacio barroco para mostrar trabajos de orfebrería, tapices y esculturas. Aunque, "la traca final", según Belda, llega con el Belén de Salzillo en un espacio en el que se ha recreado la atmósfera del Palacio Riquelme. Belda estuvo acompañado por el director de Cultura, José Miguel Noguera, quien destacó el trabajo que se ha realizado en el último año y medio, y el director de la Fundación Cajamurcia, José Moreno.