Guerra al garrafón. Esa es la consigna de la concejalía de Sanidad y Consumo, que va a adquirir un aparato nuevo que controlará que las bebidas alcohólicas que sirven en los bares de Murcia tengan las características adecuadas y que no dañen la salud de quien las toma.

Así, Sanidad llevó ayer a la Junta de Gobierno el pliego de condiciones para adquirir un cromatógrafo de gases, que así se llama este aparato, por valor de 70.000 euros.

Esta máquina servirá para detectar sustancias ilegales y tóxicas en los análisis que los técnicos municipales realizan periódicamente en distintos productos.

Aunque sirve también para analizar el agua y comprobar que todos sus componentes son los adecuados, el concejal del ramo, Fulgencio Cervantes, explicó que "lo necesitamos sobre todo para ver si venden alcohol adulterado en los establecimientos".

Hace unos meses el Ayuntamiento hizo varias batidas por locales de la ciudad y no hallaron nada, pero se encontró con la dificultad de que tenían medios para analizar en el laboratorio municipal bebidas como el whisky, pero no las blancas (ron, anís, vermut etc.). Por ello, cada vez que analizaban este tipo de bebidas tenían que mandar las muestras a Madrid.

De este modo, se podrán incrementar los controles, ya que los resultados serán mucho más rápidos. El aparato estará en funcionamiento antes de Navidad, una vez que los técnicos hayan aprendido a utilizarlo. Se da la circunstancia de que en esta época, al igual que en Semana Santa y Fiestas de Primavera, se incrementan los controles en los locales nocturnos.