Los medios de comunicación tienen prohibido el acceso a los plenos municipales de Abanilla, una medida que el Gobierno del Partido Popular decidió adoptar hace más de una década porque, según ha indicado el portavoz del grupo municipal, José Antonio Blasco, "la experiencia nos ha demostrado que los concejales se distraen y miran a la cámara en vez de al presidente. Además, en lugar de trabajar por el pueblo, se dedican a hablar de cara a la galería y cada pleno se convierte en un mitin político".

El análisis que realiza la oposición de esta situación es bien distinto. De hecho, la portavoz del grupo municipal socialista de Abanilla, María Dolores Saurín, considera que "el alcalde no quiere que el pueblo se entere de la verdad". En este sentido, Blasco subraya que "los plenos son públicos y los vecinos que lo deseen pueden acudir personalmente para conocer las decisiones que allí se toman o bien consultar las actas en la página web del Ayuntamiento", pero señala que "los medios de comunicación lo único que favorecen es el espectáculo que ciertos parlamentarios desean dar para generar crispación".

Al primer pleno de esta legislatura, celebrado el pasado 16 de julio, acudió un corresponsal de un medio de comunicación local que intentó recoger en una grabadora los discursos parlamentarios. "El señor alcalde le dijo que allí no se podía grabar ni audio ni vídeo", indica Saurín; un hecho que confirman desde el PP, al mismo tiempo que sostienen que "no hay ocultismo, pues nos dedicamos a trabajar y no tenemos nada que esconder".

Saurín se queja de la falta de transparencia del equipo de Gobierno y, por eso, el pasado viernes decidió convocar -informando previamente a los medios de comunicación- un 'pleno municipal popular' en Barinas para que "los vecinos sepan de primera mano los acuerdos que se adoptan en el pleno". La portavoz socialista considera que "desde hace 12 años, momento en el que el PP prohibió que se grabaran los plenos, sólo sale a la calle lo que ellos quieren y eso es censura".

Para Saurín, el ejemplo más reciente es el de la propuesta que realizó su partido la pasada semana, en la que solicitaban la construcción de una escuela infantil. "Los ocho ediles del PP votaron en contra, pero después del pleno el alcalde declaró a los medios que ellos no estaban en contra, cuando en las actas se recoge claramente su negativa".

Lo que para el PSOE es un acto de censura, para el PP es una medida necesaria, por eso, tanto oposición como Gobierno se acusan mutuamente de sembrar la crispación en Abanilla y ambos portavoces municipales se descalifican abiertamente. "Los vecinos desconocen lo que 'se cuece' el PP, es indignante", denuncia Saurín. Por su parte, Blasco considera que a la portavoz socialista lo único que le preocupa es "salir en las fotos. Es una manipuladora que todavía no ha aceptado que ha perdido las elecciones y que pretende que le pongamos un altar mediático para su lucimiento personal".