II Foro Municipalismo | José Antonio Blasco Alcalde de Abanilla

"Queremos que Abanilla deje de ser el municipio peor conectado por transporte público de la Región"

"Estamos a la espera del Plan Director de Transporte, con el cual pasaremos a disponer de dos autobuses diarios con Murcia, y de otras líneas directas con la capital a través de Fortuna, Santomera o Molina"

El alcalde de Abanilla, José Antonio Blasco.

El alcalde de Abanilla, José Antonio Blasco. / L. O.

¿Qué grandes proyectos urbanísticos y de infraestructuras tiene en marcha o previstos para los próximos años en Abanilla?

Abanilla está viviendo un momento de transformación. Llevamos años sembrando, planificando, gestionando… y ahora comienzan a verse los frutos. Uno de los hitos más relevantes ha sido la inauguración del nuevo Centro de Salud, un edificio moderno, eficiente y dimensionado para responder tanto a las necesidades actuales como al crecimiento demográfico que esperamos conseguir con las distintas medidas que estamos implantando. Este centro es más que un servicio sanitario: es una infraestructura pionera en nuestra Región que da la calidad sanitaria que merecen nuestros vecinos y que es la puerta para elevar nuestra capacidad de recibir mayores flujos poblacionales. Otro proyecto que ilusiona especialmente es el traslado del Punto de Atención a la Infancia a unas nuevas instalaciones adaptadas como Escuela Infantil. Es una apuesta por la conciliación, la calidad educativa en la primera infancia y el respaldo a las familias jóvenes que apuestan por quedarse a vivir en Abanilla. También estamos recuperando infraestructuras que llevaban años paralizadas, como el Pabellón de Deportes de Mahoya, que reabriremos próximamente. Queremos que nuestros vecinos tengan espacios para hacer deporte, socializar y mejorar su salud. Y, por supuesto, el gran reto que tenemos por delante es la vivienda. Necesitamos fomentar la construcción y rehabilitación, especialmente pensando en nuestros jóvenes. Abanilla no puede permitirse perder talento por falta de oportunidades para emanciparse. Tenemos un parque inmobiliario envejecido y llevamos desde el inicio de legislatura activando medidas que favorezcan tanto la rehabilitación como la promoción de vivienda asequible. También estamos explorando fórmulas que permitan crear alojamientos turísticos en pedanías y núcleos rurales, fomentando un desarrollo equilibrado del municipio.

Abanilla se prepara para celebrar el Año Jubilar en 2026. ¿Qué iniciativas culturales, religiosas y sociales está organizando el Ayuntamiento para aprovechar este hito y fomentar la llegada de peregrinos y visitantes?

El Año Jubilar 2026 es una oportunidad única. Para nosotros, es mucho más que un acontecimiento religioso: es una plataforma de visibilidad, un catalizador de orgullo identitario y una ocasión para abrirnos al mundo como pueblo y, como no, exportar lo que más queremos que es nuestra Santísima Cruz. Y para ello, lo primero era contar con infraestructuras capaces de acoger ese flujo de visitantes. El nuevo Centro de Salud, por ejemplo, es clave. Pero no nos hemos quedado ahí. Desde el primer día estamos trabajando codo con codo con la Hermandad de la Santísima Cruz, promotora del Año Jubilar, para diseñar una agenda cultural, deportiva y social a la altura del acontecimiento. Exposiciones, conciertos, congresos, rutas temáticas, actividades escolares, encuentros de asociaciones… queremos que 2026 sea recordado no solo por quienes nos visiten, sino por todos los abanilleros que lo vivirán desde dentro. Y siempre con los pies en la tierra: el Año Jubilar será fiel a nuestra idiosincrasia. No aspiramos a ser lo que no somos, sino a mostrar con orgullo lo que sí somos: un pueblo acogedor, con historia, con fe y con una gran capacidad para emocionar desde la sencillez y la autenticidad. Quien viene y nos conoce, queda impactado y enamorado para siempre.

La conectividad es clave en municipios rurales. ¿Qué planes de mejora de carreteras, transporte público y caminos rurales impulsa su equipo de gobierno para facilitar la movilidad dentro de Abanilla y hacia áreas limítrofes?

Este es un tema capital para Abanilla. Llevamos años siendo el municipio peor conectado por transporte público de toda la Región de Murcia. Es una realidad que nos ha lastrado y que, por fin, está cerca de cambiar. Estamos a la espera del Plan Director de Transporte, cuya licitación depende de unos informes del Ministerio. Mi equipo lleva desde 2019 empujando este proyecto, porque es vital: pasaremos de no tener prácticamente conexiones, a disponer de dos autobuses diarios con Murcia, y de otras líneas directas con la capital a través de Fortuna, Santomera o Molina, así como otras rutas con las vecinas localidades de Jumilla o Cieza. También tendremos líneas internas para conectar nuestras pedanías con el casco urbano. Es, sencillamente, un cambio estructural. También hemos instalado dos puntos de recarga eléctricos y estamos trabajando en un programa innovador de renting por app con un vehículo para movilidad interna eléctrico. En cuanto a carreteras, seguimos mejorando de forma constante. Estamos bien comunicados por carretera con Alicante y Murcia, a 15 minutos del AVE de Orihuela y a menos de 40 de los aeropuertos de Corvera y El Altet. Pero tras años de austeridad y falta de inversiones, algunas vías necesitan una puesta al día que ya hemos reclamado a la Consejería.

El Año Jubilar 2026 es una oportunidad única para abrirnos al mundo como pueblo

¿Cómo está potenciando su equipo de gobierno la celebración de las fiestas populares?

Las fiestas populares son alma y corazón de Abanilla. Y no hablo solo de nuestras fiestas patronales, que este año han vuelto a brillar con luz propia en mayo, sino del impresionante calendario festivo de nuestras pedanías. Con 236 km² de término municipal y más de 15 núcleos de población, Abanilla vive una celebración casi cada fin de semana: Cañada de la Leña, Macisvenda, El Salado, El Cantón, Mahoya, Barinas… y así hasta 15 núcleos diferentes, donde cada una aporta su identidad, sus tradiciones y donde nuestros vecinos encuentran ese asueto y consiguen atraer a jóvenes venidos de todos los lugares de España aprovechando el verano. Desde el Ayuntamiento damos apoyo logístico, económico y, como no, comunicativo, porque sabemos que estos eventos son claves para dinamizar la vida local y para reforzar los lazos comunitarios. Y como no, son un producto turístico más.

Abanilla cuenta con un rico patrimonio natural e histórico. ¿Qué estrategias de promoción está desarrollando para atraer visitantes?

Estamos en plena ebullición turística y cultural. Nuestros paisajes, desde el río Chícamo hasta el desierto de Mahoya, son cada vez más conocidos. Pero no nos quedamos ahí. Apostamos fuerte por el arte urbano, como la ya archiconocida escalera o los recientes murales de ACUNA que explican nuestros oficios artesanos como el esparto o la industria del aceite y que se ha convertido en un referente a nivel regional, y con el tiempo será nacional. También estamos a punto de culminar la Ruta virtual del 3 de mayo, una experiencia inmersiva pionera en la que el comendador Juan de Cereceda y Carrascosa guiará a los visitantes en un recorrido adaptado a personas con diversidad funcional. Gracias a la inteligencia artificial, hemos recreado a este personaje para ofrecer una vivencia única. No podemos olvidar el yacimiento paleontológico de Quibas, donde se ha encontrado el lince ibérico más antiguo del mundo, ni nuestra joya espiritual: la Santísima Cruz, cuya devoción sigue creciendo y que será el epicentro del Año Jubilar 2026.

¿Qué programas de fomento del empleo y el emprendimiento ha puesto en marcha o prevé poner en marcha el Consistorio?

Estamos orgullosos de tener una de las tasas de paro más bajas de la Región. Pero eso no nos relaja: mientras haya un solo vecino sin trabajo, seguimos teniendo trabajo por hacer. Nuestro polígono industrial es un motor de empleo. No solo da trabajo a nuestros vecinos, sino también a personas de localidades cercanas como Fortuna o Santomera. Cada vez son más las empresas que apuestan por Abanilla. Además, trabajamos estrechamente con el SEF en programas de empleo activo: talleres de formación, orientación laboral, contratos en prácticas, oportunidades para personas con dificultades de inserción... Queremos no solo crear empleo, sino generar empleo de calidad.

¿Qué canales de participación ha fortalecido el Ayuntamiento para recoger ideas y demandas vecinales?

Nuestra filosofía es clara: gobernar desde la calle. No hay mejor red social que mirar a los ojos a un vecino. Por eso seguimos apostando por el contacto directo, por las visitas a cada rincón del municipio, por los encuentros con los alcaldes pedáneos y con colectivos vecinales. Además, hemos mejorado la atención digital, con más transparencia y accesibilidad: emails públicos, números de contacto directo con técnicos y concejales, e incluso una línea directa con el alcalde. Pero, sobre todo, lo más eficaz sigue siendo lo más sencillo: escuchar, preguntar, acompañar. Y a las pruebas me remito. Cuando tuvimos hace unas semanas el apagón donde también cayeron nuestras redes de comunicación. Lo primero que hicimos fue ir puerta a puerta buscando las personas que tenías necesidad de respiradores. Y eso solo fue posible conociendo previamente las casas y la red de vecinos que nos solicitan que los podamos atender fuera del Ayuntamiento. Estamos poniendo todas las herramientas al servicio del vecino, pero no nos olvidamos del contacto personal.

De cara a los próximos años, ¿cómo imagina usted la transformación de Abanilla y qué legado le gustaría dejar como alcalde?

Cuando llegué a la Alcaldía me propuse algo ambicioso: que cada día Abanilla fuera mejor que el día anterior. Hoy tengo claro que nuestro municipio está superando problemas históricos y que se está preparando para los retos del futuro. El mejor legado que puede dejar un alcalde no es una obra, ni un titular, ni una promesa. Es un cambio estructural. No solo de lo tangible, como son las infraestructuras y los servicios, sino algo más profundo como un cambio de mentalidad. Creo que nuestra idea y mensaje ha calado porque realmente no está vacío. Porque el que lo escucha sabe que tenemos potencial y solo hace falta quitar complejos. Y eso pasa, por ejemplo, porque nuestros jóvenes se sientan orgullosos de decir que son de Abanilla. Que no tengan que marcharse para cumplir sus sueños. Que los vecinos crean en ellos mismos y en su tierra. Y a las pruebas me remito que cada día, cuando ojeamos el periódico vemos a algún paisano hacer algo increíble. Y que no solo lo hace, sino que lo cuenta y dice con orgullo que es de aquí. Ese es el camino. Y ese es el motor que nos mueve cada día para seguir transformando Abanilla. Porque si la gente cree, no solo en nosotros, sino en ellos mismos. No tengo dudas de que lo mejor, entre todos, está por llegar.

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