Caravaca de la Cruz ya está en fiestas

Caravaca ya está en fiestas de manera oficial. El empresario y editor Francisco Marín era el encargado de pregonar las próximas fiestas en honor a la Vera Cruz de Caravaca, desde el balcón de la casa consistorial, ante una abarrotada plaza del Arco, que siguió su alocución con la emoción, de que tan solo faltan unos días para que la ciudad estalle de júbilo y reviva su historia con la presencia del Lignum Crucis en la ciudad.

El pregonero recordó que «nuestras fiestas nacen motivadas por el hecho religioso de la presencia de la Cruz y se configuran a lo largo de los siglos como un acto de exaltación y de celebración». Unas fiestas que han sido declaradas de Interés Turístico Internacional y cuyo festejo de los Caballos del Vino es Bien de Interés Cultural y está incluido en la lista de Patrimonio Inmaterial Cultural por la Unesco, «son el resultado de la evolución desde un propósito de protección de la reliquia a un acto festivo en diferentes manifestaciones estéticas y litúrgicas de amplia participación popular», puso de manifiesto Marín.

«Es precisamente la presencia del hecho festero en la cotidianidad de nuestras vidas lo que lo dota de una dimensión social única», explicó definiendo la Semana Grande como «la manifestación externa de lo que este pueblo atesora como armazón de su identidad y de su realidad».

También puso en valor el ímpetu que los habitantes de la Ciudad Santa han tenido a lo largo de su historia, «son una expresión de riqueza cultural, de respeto por la tradición y de exaltación del empuje y de la ambición de un pueblo vivo que trabaja por alcanzar sus sueños». Vinculado a editoriales como Gollarín, La Fea Burguesía o Tirano Banderas definió lo que para él suponen este acontecimiento único, «entiendo nuestras fiestas como un premio o recompensa al trabajo. Como colectividad, son el engranaje que facilita, fomenta y fortalece la relación entre las personas», añadiendo que «siento el orgullo, que comparto con vosotros, de haber asistido a la transformación paulatina y constante de su manifestación estética, firmemente anclada en el siempre reforzado vínculo con lo sagrado, aquello que le da el sentido y el latido, la cubre y la protege, la hace venerable y eterna».

El pregonero enalteció el acogimiento que tiene toda una ciudad y como se vuelcan para acoger al visitante, «las fiestas de mayo son un factor esencial en la conformación de la personalidad de un pueblo, un pueblo que invita a integrarse y a participar, que crea un entorno abierto, alegre, respetuoso y responsable», así como la participación de toda una ciudad, «son muchos los actores que en ellas participan, todos tienen su cometido y una función que cumplir. Son a la vez espectáculo y exhibición, diversión y alegría, ceremonia y respeto», subrayando que «ha permitido edificar un contexto social en el que conviven la expresión artística e histórica en el vestir, la música y su interpretación, la artesanía y el diseño en todas las manifestaciones estéticas y la proyección hacia el exterior como valor cultural».

Por último, destacó la dimensión cultural de las Fiestas, «son exponente, anclada en el papel de la existencia de la Cruz como Punto de Encuentro y como destino Compartido».

Francisco Marín nació en la calle Puentecilla de Caravaca el año 1959, el mismo año de la renovación de las fiestas de Caravaca de las que acaban de cumplirse 65 años.

Fin a la prefiesta con el Baile del Pañuelo

Con la celebración del Baile del Pañuelo finalizaba la llamada prefiesta caravaqueña, durante la jornada del sábado, los integrantes de las 54 peñas, que forman el Bando de los Caballos del Vino realizaron su jornada de convivencia, poniendo así fin a la programación de las semanas previas a las Fiestas de Mayo. Ayer por la mañana, los grupos del Bando Cristiano realizaron en la Basílica la Misa Bendición de Banderas.