Seísmo

Un terremoto de casi 3 grados se siente en San Pedro y San Javier

El 112 ha recibido un total de once llamadas en relación al temblor, con epicentro en Torrevieja

Localización del terremoto

Localización del terremoto

EFE

Un movimiento sísmico de magnitud 2,8 registrado esta madrugada a poca profundidad en Torrevieja ha sido ampliamente sentido por la población de la franja sur de la Comunidad Valenciana y algunos municipios de la Región de Murcia como San Pedro del Pinatar y San Javier, sin que se tenga constancia de daños personales o materiales.

Emergencias de la Generalitat ha informado de que el seísmo ha tenido una intensidad de III-IV y que el 112 ha recibido un total de once llamadas en relación a la sacudida.

Mapa de zonas en las que se han sentido el terremoto

Mapa de zonas en las que se han sentido el terremoto / Instituto Geográfico Nacional

Según el Instituto Geográfico Nacional (IGN), el terremoto se produjo a las 00.23 horas a una profundidad de 2 kilómetros en el mar a una distancia de varios kilómetros del puerto torrevejense.

A partir de la información recabada por el IGN por las comunicaciones de los ciudadanos, el terremoto ha sido percibido en toda la franja litoral del sur de la Comunitat Valenciana desde Pilar de la Horadada hasta Guardamar del Segura, pasando por Orihuela, San Miguel de Salinas, Daya Vieja, Los Montesinos, Rojales, San Fulgencio y Benejúzar, así como en las localidades de San Pedro del Pinatar y San Javier.

No es el primer movimiento sísmico que se percibe esta semana, pues un terremoto de 2.2 de magnitud en la escala de Richter volvió a hacer temblar el suelo de Jumilla este lunes por la tarde después de que por la mañana se produjeran otros dos. El seísmo se registró a tres kilómetros de profundidad, uno más que los registrados por la mañana, de 2.0 y 3.1 de magnitud.

En la Región de Murcia son comunes los pequeños temblores y en ocasiones se producen varios por semana, pero rara vez pasan de los dos grados de magnitud.

Desde el Instituto Geográfico Nacional han reiterado en numerosas ocasiones que la frecuencia de estos terremotos de intensidad baja o media es, en realidad, una buena señal ya que la tierra libera de esta manera tensiones sin esperar a un gran terremoto.

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