Soterramiento

Empieza la transformación de la Alameda de Cervantes de Lorca

Aunque se espera que el paso a nivel se elimine este verano, las consecuencias del soterramiento ya se hacen notar en los alrededores de las vías

Operarios en la rotonda junto al paso a nivel, ya demolida.

Operarios en la rotonda junto al paso a nivel, ya demolida. / Daniel Navarro

Daniel Navarro

Daniel Navarro

Dentro del proceso de integración urbana del ferrocarril a su paso por Lorca, pocos lugares presentan un mayor desafío en lo relativo a la circulación que la Alameda de Cervantes. Siendo uno de los pasos a nivel que más tráfico soportan –por no decir el que más–, el corte del paso se presenta como un punto clave del proyecto y, aunque se espera que los cortes de tráfico se produzcan en época estival, en los alrededores ya son visibles los primeros cambios.

En este sentido, cabe destacar la demolición de la rotonda situada a escasos metros del paso a nivel, que dejará de prestar servicio en breve. Según fuentes del servicio municipal de policía consultadas por esta Redacción, la supresión de la misma se podrá ejecutar debido al cierre de la alameda Rafael Méndez, que se hará efectivo en los próximos días. Esta vía, en la que el tránsito quedaba interrumpido a la altura de la plaza de toros hace meses, permanecerá clausurada hasta que el avance de las obras permita su reapertura.

La calle 'San Blas' ya ha cambiado de sentido.

La calle 'San Blas' ya ha cambiado de sentido. / Daniel Navarro

Con el objetivo de dar salida a los vehículos que circulen por la calle 'Doctor Guimeno Baduell' (que termina en la citada alameda), la calle San Blas ha cambiado de sentido, mientras que el paso a partir del cruce de estas dos últimas quedará restringido excepto para residentes y usuarios del centro médico situado a escasos metros.

Señales horizontales instaladas en la vía 'Guimeno Baduell'.

Señales horizontales instaladas en la vía 'Guimeno Baduell'. / Daniel Navarro

Un gran aparcamiento

Estos cambios en lo relativo a la circulación, especialmente en la alameda Rafael Méndez –que desde el coso de Sutullena a Cervantes discurre paralela a las antiguas vías– permitirán continuar con la demolición de los muros que antes cerraban el acceso a los raíles y, conforme avance el proyecto, construir un aparcamiento de 180 plazas entre la estación y el espacio antes ocupado por el cocherón de Renfe.

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